¡Qué contraste con los poceros y con otro asturiano célebre también muerto recientemente y cuyo modelo era el reino comunista de Corea del Norte!
Mientras los empresarios que necesita España se extinguen, los políticos resucitan a los ladrilleros y bancarios.
Tenemos la juventud mejor preparada de la historia de España, hasta el punto de que incluso muchos motoristas de las pizzerías son licenciados universitarios, pero apenas tenemos empresarios como los que salen en las películas norteamericanas.
Y cuando sale uno, como Amancio Ortega, los progres y los envidiosos le disparan como a una perdiz en temporada de caza.
Acaba de fallecer Jesús Sáenz de Miera, fundador de Central Lechera Asturiana y un empresario que consiguió que los ganaderos asturianos precios justos por la leche de sus vacas.
Su muerte se produce cuando los ganaderos españoles están abandonando las vaquerías: cuatro explotaciones lecheras cierran en España cada día, asunto que no interesa ni al Gobierno, ni al PSOE, ni a CiU, ni al sindicato único UGT-CCOO, ni a los ecologistas, ni a las asociaciones de consumidores, ni a los gobiernitos regionales…
El Mundo ha publicado un excelente obituario de Sáenz de Miera en el que su autora, Patricia Gallo, no omite la vinculación del primero con el régimen franquista. Os dejo unos párrafos.
Pasará a la historia como un gran defensor de los derechos de los ganaderos y a la vez un gran empresario.
En 1942 sacó las primeras oposiciones a policía que se convocaron en España. Mientras trabajaba en la comisaría de Oviedo, estudió derecho. También fue maderero y llegó a ser presidente del sindicato de este gremio. Allí promovió la Mutualidad para Accidentes de Trabajo de los Industriales de la Madera. Fue sindicalista en la Organización vertical del Franquismo y durante un tiempo, titular de una pequeña explotación.
Siempre pensó que la familia campesina no gozaba de los mismos derechos y beneficios que el resto de trabajadores. Eran años difíciles y más para un sector que malvivía. Por ello una de sus obsesiones fue que los ganaderos tuvieran la posibilidad de acceder a los mismos bienes que los demás.
Y para conseguirlo había que unirse. Poco a poco comenzó a gestar un movimiento mutualista. En 1967 se crea el Grupo Sindical de Colonización de Asturias, única fórmula que entonces permitía el régimen, con el objetivo de logar la concesión y puesta en marcha de una gran Central Lechera Asturiana. Un proyecto que no hubiera sido posible sin las buenas relaciones que mantenía con el poder político. Fue procurador en Cortes de 1958 a 1971 y participó en la elaboración de la ley sindical de ese año.
Central Lechera Asturiana llegó a tener 12.000 socios y con el apoyo de las cajas de ahorro del Principado logró levantar una fábrica en Granda en el concejo asturiano de Siero. El 1 de septiembre de 1970 llegaba la primera partida de 25.000 litros de leche y el sueño de Sáenz de Miera se hacía realidad. Ellos mismos recogían la leche, la procesaban y la distribuían a mejor precio que la competencia.
Por el contrario, ¿a qué empresarios promocionan los políticos? A los ladrilleros. Ni escarmientan ellos ni les escarmentamos nosotros. La Generalitat catalana ha recurrido a Enrique Bañuelos, de las colonias catalanas del sur, para montar Barcelona World. Un individuo que ha fracasado en España y en Brasil, pero que ha hecho una fortuna gracias al ladrillo y la bolsa. A esta clase de conseguidores vinculados a los políticos, Jesús Cacho la denomina los florentinos.
Sáenz de Miera fue un revolucionario, como lo ha definido Juan Velarde, y, además, una persona «de fuertes convicciones religiosas y afín a la Doctrina Social de la Iglesia».
¡Qué contraste con los poceros y con otro asturiano célebre también muerto recientemente y cuyo modelo era el reino comunista de Corea del Norte!
Parece que los empresarios dedicados al bien común (incluso en las cajas de ahorros) han desaparecido… ya sabéis a partir de cuándo.
CODA: Otro empresario modelo: Pedro Zaragoza, fundador del Benidorm actual.
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