Los defensores de los recortes han buscado ejemplos extremos de éxito, como es el caso de Letonia, un país que apenas llega a los 2 millones de habitantes
Paul Krugman cree que es el momento de anteponer la resolución de la elevada tasa de paro que castiga las economías de varios países occidentales, entre ellos España, y dejar en un segundo plano la obsesión por el déficit.
El premio Nobel de Economía 2008 y profesor de la Universidad de Princeton cuestiona las políticas aplicadas en Occidente:
«La élite de la política del mundo occidental decidió en bloque por algún motivo que el paro ya no era un problema crucial y que reducir los déficits presupuestarios debía ser la prioridad absoluta».
«A estas alturas, era de esperar que los defensores de la austeridad se hubiesen planteado la posibilidad de que algo falla en sus análisis y recomendaciones políticas».
Y afirma Krugman que en lugar de reconocer el fracaso de las políticas austeras, estos defensores de los recortes han buscado ejemplos extremos de éxito, como es el caso de Letonia, un país que apenas llega a los 2 millones de habitantes, donde la austeridad devolvió las tasas de crecimiento de la producción.
«Las políticas de austeridad se han aplicado en toda Europa, pero el mejor ejemplo de éxito que los austerianos son capaces de encontrar es un país con menos habitantes que Brooklyn».
Krugman concluye su artículo publicado en ‘El País’:
«Es hora de olvidarnos de la obsesión por el déficit y volver a afrontar el verdadero problema, es decir, el de un paro inaceptablemente elevado».