¿Existe una guerra dialéctica utilizando las palabras y los conceptos?

“Ahorros o, y recortes”

“Ahorros o, y recortes”
Juegos de palabras, crucigramas y otros pasatiempos. PD

¿Son lo mismo unas palabras que otras? ¿Tienen el mismo significante y el mismo significado?

¿Existe una guerra dialéctica utilizando las palabras y los conceptos?

¿Un grupo ideológico, perdió el asentimiento y sentimiento del pueblo, cuando aceptaron la palabra recorte, y no impusieron la suya, el ahorro o el ahorro necesario inevitable?

1. En la película Las sandalias del pescador, el protagonista le indica al interlocutor, más o menos, que los grandes imperios se han hecho con palabras, que al final las grandes ideologías se han fabricado con palabras.

En definitiva las palabras y las ideas y conceptos que llevan consigo son esenciales para interpretar la realidad, incluso en el orden de los sociopolítico.

No es lo mismo el concepto de recorte, que viene a decir, que una ideología equis está haciendo todos esos sacrificios, más o menos, porque quiere, o debe de hacerlo en otros campos y no en esos. Que utilizar la palabra y concepto ahorro y ahorro necesario, que significa, algo así que si una familia tiene mil euros de ingresos, solo puede gastar esto, porque además debe otros mil euros, que debe pagar intereses, etc.

2. Me temo o parece que viendo el horizonte estamos entrando en una dinámica, que las palabras y las palabras-conceptos, sean más o menos reales, van a tener o ya están teniendo una enorme importancia. Estamos asistiendo a una especie de feria y carrusel de palabras, palabras llenas de eufemismos, metáforas, analogías…, pero que muchas veces, tapan o esconden el mensaje real… ¿palabras publicidad o propaganda sociopolíticas?

De alguna manera, hay peligro, no pongamos nombres que las palabras y palabras-conceptos, palabras-máximas, palabras-mitin se utilicen para defender las propias posturas, y atacar a las ideologías presuntamente contrarias.

Las palabras-eufemismos, las palabras-analogías, las palabras-metáforas… decir lo que se quiere decir, pero parece que oye una cosa distinta…

Después si se toma el poder, el poder que ha producido, entre otros motivos dichas palabras, y no se pueden aplicar, se pondrán mil excusas o ninguna, se dirá que no son viables y ya queda todo zanjado.

Por tanto estamos enfrentados a un mundo de palabras.

Quién las utilice mejor, ese puede llevar una enorme ventaja.

3. Lo ideal y lo real, para no engañar y no manipular a nadie, es utilizar las palabras que sean correctas, que estén acordes con la realidad que representan. Por tanto, volviendo al ejemplo, es evidente, que el vocablo-concepto-idea ahorro o ahorro necesario es más realista, que la palabra-idea-concepto recorte.

Pero como el sistema de las palabras ha funcionado, me temo que se seguirán creando palabras-conceptos, que no representen totalmente la realidad, aunque algo sí, no serán totalmente inventadas o imaginarias, pero no serán reales. Se podrán decir propuestas, que parte del pueblo quiere o necesita, porque estamos pasando una etapa de grave crisis, crisis en muchos sentidos. Y cuando te estás ahogando te atas a la cuerda que te echen, sea del color que sea.

4. Es obvio que existen «instrumentos de creación de esas palabras», utilicemos esta terminología, para ser lo más aséptico posible, y después existen «instrumentos de difusión de esas palabras, ya podrían ser palabras-discursos», para ser también lo más imparciales posibles, y en tercer lugar existe «el receptor-pueblo que escucha o asiente a esas palabras-discursos», en mayor o menor grado, para utilizar una terminología lo más aséptica e imparcial posible.

La cuestión que se ha planteado es si «algunos sistemas de difusión de esas ideas o palabras o discursos» han sido no totalmente, imparciales, o al menos tener un grado mayor de imparcialidad… o dicho de otra forma, que casi siempre han estado «al lado de una ideología equis, o al lado de otra ideología zeta».

5. Ante el anterior problema, o diríamos la acumulación de los argumentos anteriores, la solución es fácil, ya lo dijo el pensador y filósofo de origen español, pero holandés judío hace varios siglos, Baruch Spìnoza, «ante un problema utilicen la matemáticas».

Aplicado a la cuestión que nos compete, si los tirios, utilizan unas palabras para representar equis realidad, los troyanos utilicen otras que sean más correctas, más adecuadas a la realidad.

Si la ideología equis utiliza un discurso determinado para representar una realidad y lo difunden por tales y tales medios, pues la ideología zeta, hago lo mismo, haga otros discursos y lo difundan por los medios que tengan a su disposición. Y la ideología que explique mejor la realidad esa será, suponemos creída por el público y el pueblo que está asistiendo a la gran representación teatral.

Y en tercer lugar, si un grupo sociopolítico A, cree que determinados «medios de expresión de ideas o de difusión de noticias o comunicación», le está siendo en contra, no está siendo imparcial, sino claramente parcial, pues utilicen el consejo de Spinoza, pongan «números o matemáticas al problema». Es fácil la solución encarguen a empresas independientes, que analicen, el tiempo, las noticias, la orientación de los diez o quince medios más importantes de información. Y que cada mes, den sus resultados, tal medio equis dedica diez horas cada semana a informar de tal y cual, a favor o en contra o…

Se dice en filosofía de la ciencia, no es lo mismo en metodología científica, decir que el liquido A está más caliente que el B, y el C está menos que el B. Que decir, el líquido A, está a 35º C, el líquido B, está a 42º C, y el líquido C, está a setenta grados centígrados.

6. Quizás en el fondo sea lo mismo utilizar la palabra ahorro o el vocablo recorte. El problema grave es que una palabra u otra, convenza a una parte importante del pueblo, y lleve al poder, a una ideología o a otra, y al final ocupe el poder, no quién esté representando más fielmente la realidad social, sino la que utiliza mejor las palabras, las difunde mejor, las enmascara mejor, las manipula mejor. Y no las ideologías que utilizan palabras más verdaderas, más bondadosas, más bellas y más útiles… Porque no es lo mismo predicar que dar dátiles.

Al final, el diagnóstico y pronóstico del médico licenciado, aunque sea más duro y más difícil y en principio no te guste, te puede curar la enfermedad; y el diagnóstico del curandero, quizás te gusten más sus palabras y su pronóstico, pero posiblemente te acabarán llevando antes flores a una lápida de mármol.

Es su obligación encontrar quién es el médico y quién es el curandero en cada momento y en cada situación histórica. No se lo voy a decir yo. Bastante tengo con escribir este artículo y quizás ayudarle a pensar…

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