ANÁLISIS

Gobierno Sánchez: Nepotismo indecente en correos

Gobierno Sánchez: Nepotismo indecente en correos
Correos: Pedro Sánchez y Juan Manuel Serrano. EP

El que fuera jefe de gabinete de Pedro Sánchez, y hoy «enchufado» como director general de Correos, Juan Manuel Serrano, ha convertido esa institución en un auténtico cortijo de afines en el que, además de cometer una abusiva purga interna, ha puesto la empresa pública al servicio de la imagen del presidente del Gobierno.

Las revelaciones que que este 10 de octubre de 2018 publica ABC, y el modo despectivo en que Serrano se dirige a los directivos depurados, demuestran un modo de gobernar basado en la manipulación del interés colectivo y el servicio al ciudadano para ponerlo caprichosamente a merced del presidente del Gobierno.

Más parece un órgano del PSOE en plena campaña electoral que una institución del Estado sufragada por todos los ciudadanos con sus impuestos. Lo que está ocurriendo en Correos es la muestra más palpable del nepotismo impune y el amiguismo clientelar con que se está manejando el Gobierno para poner todas las estructuras posibles del Estado a su servicio.

Dada la tentación de todos los partidos políticos por controlar la información en los medios de comunicación públicos, era previsible que La Moncloa haya recurrido a esa práctica tan poco democrática con RTVE… pero hacerlo también con Correos raya lo indecente.

«Tengo que traer a los míos porque este camino ha sido muy duro», ha llegado a admitir Serrano sin rubor, demostrando que Correos va a ser una pieza más del PSOE para satisfacer intereses de partido.

Es evidente que este Gobierno no va a tener reparos éticos a la hora de gestionar su patrimonio político y combatir la pésima imagen que está ofreciendo Sánchez.

Por eso, y para añadir otra mentira a su ya extenso currículum de engaños, Sánchez se rectificó ayer otra vez a sí mismo al burlar al Senado para no dar explicaciones sobre el plagio de su tesis doctoral, pese a que días atrás se comprometió a hacerlo si el PP se lo exigía.

A la hora de prescindir de los antiguos directivos de Correos Serrano se ha despachado con un desparpajo autoritario e inaceptable, y sobre todo con una confesión de parte que resulta alarmante:

«Si con 200.000 euros de crowfounding llevé a Pedro a La Moncloa, imagínate con lo que tengo en Correos lo que puedo hacer».

Desde luego, es preferible no imaginarlo. Correos factura 1.800 millones de euros, y ha unificado las áreas de marketing y comunicación, de modo que donde antes se disponía de un millón de euros, ahora Serrano destina diez para propaganda gubernamental, o para conceder campañas publicitarias a cambio de apoyo para Sánchez.

Más allá de que Serrano carezca de méritos, experiencia y capacidad -por no tener, no tiene ni un manejo aceptable del inglés- para dirigir una empresa como Correos, resulta escandaloso el desahogo con que este Gobierno gestiona los recursos de todos.

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