Hasta el mes de julio y por el pago de nuestros impuestos, el Estado ha recaudado, con respecto al año pasado en el mismo período, unos 22.283 millones de euros más por medio del IRPF y del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) debido a la altísima inflación.
Los ingresos tributarios han crecido un 18% este año, según datos de la propia Agencia Tributaria. La cartera dirigida por María Jesús Montero refleja un récord recaudatorio en los primeros siete meses del año, impulsado especialmente por los distintos impuestos como el de hidrocarburos o tabaco, pero sobre todo por el IVA.
Y es que, a medida que suben los precios, la parte del pago que corresponde al IVA también crece; el aumento en estos meses ha sido de un 17,8%, lo que ha supuesto más de 52.504 millones de euros. De hecho, la misma AEAT reconoce que «las altas tasas responden a la mejora del consumo y a las subidas de precios».
Los gobiernos no bajan los precios.
Se benefician de la inflación.#TikTok https://t.co/6J0oyEsVV9
— Daniel Lacalle (@dlacalle) September 13, 2022
Hacienda también hace caja con el IRPF. Este tributo le ha permitido recaudar hasta 69.160 millones de euros, una subida del 17,4 por ciento respecto al 2021. Sobre esta subida, la Agencia Tributaria explica que «el aumento de los ingresos del IRPF se debe fundamentalmente a las retenciones del trabajo y está vinculado a la creación de empleo y a los incrementos en salarios y pensiones medias y en el tipo efectivo».
En el caso del Impuesto de Sociedades, Hacienda se embolsó 6.227 millones de euros en lo que va de año, un 13,3% más respecto al año anterior. Por otro lado, los impuestos especiales han supuesto un 5,35% más, también impulsados por la inflación, dejando en las arcas públicas casi 12.000 millones de euros.
Todo ello, significa que de enero a julio de 2022 el Estado ha ingresado más de 146.000 millones de euros con los impuestos de los contribuyentes. Esta brutal recaudación le ha permitido al Estado recortar el déficit público un 45% en el primer semestre de 2022 respecto al año anterior, dejando un desfase presupuestario del 2,24% del PIB al acabar el mes de junio.
Pese a que el Gobierno de PSOE-Unidas Podemos achaca la responsabilidad a las empresas energéticas y bancos, a quienes acusan de «lucrarse» con la crisis y obtener «ingresos extraordinarios», lo cierto es que el Estado tiene un ‘chollo’ con los impuestos y ha obtenido una recaudación sin precedentes.
Pese a las mareantes cifras que ha ingresado el Gobierno de Pedro Sánchez, sigue negado a deflactar el IRPF, una medida propuesta por el senador Alberto Núñez Feijóo. De aplicarse, permitiría aliviar el efecto que tiene la inflación en los bolsillos españoles y proteger cualquier aumento salarial para compensar la subida del IPC debido a que al subir el ingreso, corresponde una cuota más elevada del IRPF, lo que diluye este aumento en los ingresos personales porque debe contribuir más a Hacienda.
