Errores médicos o judiciales ocurren, han ocurrido y ocurrirán siempre, por desgracia, pero lo que parece inédito es que esos errores se vean favorecidos por las campañas gubernamentales
La muerte en accidente de una niña pequeña en Canarias ha dado lugar a un episodio de linchamiento escandaloso propio de países tercermundistas como a los que se haya abocado a pertenecer por méritos propios este reino bananero.
Errores médicos o judiciales ocurren, han ocurrido y ocurrirán siempre, por desgracia, pero lo que parece inédito es que esos errores se vean favorecidos por las campañas gubernamentales que tratan de erradicar la igualdad de todos los españoles ante la Ley, creando un clima de sospecha e histeria contra los hombres que quiebra el básico principio de presunción de inocencia.
La cleptocracia feminista formada por abogadas, psicólogas, el laissez faire de alguna jueza convertida a la causa, y demás fauna sectaria, canallesca y torticera oportunamente jaleada, viene haciendo estragos en el patrimonio moral y económico de los españoles- varones- desde ya algún tiempo.
En esta responsabilidad ocupa lugar privilegiado la cuota femenina y feminista del gobierno de Su Majestad. Así, la foto del gineceo zapaterino riéndose, abrazándose y dando saltitos de alegría por haber logrado aprobar el primer trámite para el aborto a discreción resume gráficamente toda una época de ignominia y desnorte moral.
Preciosas ridículas, in- cultas latiniparlas, hipócritas Reinas de la noche, Bacantes o furias abominables que tratan de despedazar a Orfeo, y con él la Civilización, nada más vacío, inquietante y ridículo que estas feroces milicianas exquisitamente vestidas de Armani.
Alfonso De la Vega es escritor y autor del libro A las orillas del Ser.