Y todo este linchamiento porque al nuevo obispo Munilla se le ha ocurrido realizar una reflexión más o menos tópica de carácter teológica o metafísica, sobre los problemas del Mal y del discernimiento espiritual
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Parece que el encuentro cósmico, como diría la Pajin, entre el gran timonel europeo y el gran jefe blanco se va a convertir en una oración conjunta organizada por ciertos grupos cristianos USA conocidos para mayor recochineo con el nombre de The Family, la tan odiada institución del nieto del capitán Lozano.
Acaso una especie de mini Congreso eucarístico de los que otrora organizaba el malvado Caudillo. Lo de ver a ZP recordando los tiempos del catecismo infantil, su primera comunión vestido de almirante de la mar océana, su confirmación y el cursillo prematrimonial previo a su boda religiosa con la Sonsoles, sin duda tiene una gran dosis de morbo. Como lo tendrá observar qué traje talar al estilo gótico tenebroso lucirá para tan alta ocasión.
El excelentísimo presidente del gobierno de Su Católica Majestad bien podría haber solicitado asesoramiento y ayuda al flamante obispo Munilla, pero inoportunamente un tal López, antes conocido como “Patxi nadie”, ha aprovechado para meterse con él y unirse a los filoetarras y bizcaitarras y no parece que esté ahora el horno para ciertos bollos. El tal Patxi ha querido dar lecciones de “humanismo cristiano” al valiente prelado de una conflictiva diócesis quizás con más lobos que ovejas.
Es lo bueno que tienen los próceres socialistas españoles, valen para todo: son como los jokers. Más católicos que el Papa, más masónicos que Lincoln, más islámicos que Ben Laden, más demagogos que Gobbels, más nazionalistas que Sabino, Prat de la Riba o Castelao juntos.
Y todo este linchamiento porque al nuevo obispo Munilla se le ha ocurrido realizar una reflexión más o menos tópica de carácter teológica o metafísica, sobre los problemas del Mal y del discernimiento espiritual, propias de los que entienden que hay otros mundos además del físico, que tratan de no confundir lo Real de lo actual, el fenómeno del noúmeno. Claro que, cándidamente, en territorio del enemigo. Olvidando lo de ser astutos como serpientes. Pues tales son los nuevos fariseos que tratan de probarle y dejarle en contradicción o ridículo.
Pero para sacar a ZP del apuro aunque no sea su asesor homologado pagado a precio de oro, el autor sugiere repescar un texto anterior a la invención de la alianza de civilizaciones. Es de un gran granadino investigador medieval de lo sagrado: Ibn Abentofail. Un epistemólogo del laicismo más genuino, el mismo de lo de “dar al César lo que es del César…”, que nos hace ver en su famoso “El filósofo autodidacto” que lo verdaderamente sagrado, cuyo escenario real es el mundo de la conciencia, no suele coincidir con los intereses políticos y sociales establecidos.
Que el área de unión entre filósofos y buscadores espirituales es la Mística. Territorio de unión, no ya teológico sino espiritual, también entre las diversas confesiones religiosas. El místico y el epistemólogo pueden buscar y hallar lenguajes comunes, pero probablemente no tendrán gran éxito en trasladar la experiencia numinosa o de lo sagrado a mundo religioso establecido.
Un mensaje de ese calibre sería propio de un verdadero laico, de alguien que ha profundizado en lo sagrado, ha encontrado sus fuentes, de alguien que como Juan de Yepes sabe de la fuente que mana y corre toda ciencia trascendiendo.
Pero mucho nos tememos que tal heroicidad intelectual y ética esté demasiado lejos del zascandil del Pisuerga que confunde el laicismo con la persecución religiosa, y el mandil masónico con un taparrabos.
Alfonso De la Vega es escritor.
