Garzón ha demostrado, en las escuchas de Gürtel y en las fosas de la guerra, que le importa más la acción política que se consiga con un sumario que la persecución del delito
Garzón, que ha cometido tantas presuntas tropelías que tiene abierto casi un juzgado para él, arremete contra los que le pueden juzgar porque no son sus amiguitos y duda sobre cómo van a impartir justicia. Cree que, en la justicia, todos son como él, parciales a sabiendas, y que actúan como juez y parte. No le pareció motivo suficiente, para inhibirse del caso Gürtel, haber competido políticamente en siglas antagónicas.
Quiere recusar a Margarita Robles, no por pureza de la justicia al haber trabajado juntos en el mismo Gobierno, sino porque no cayó seducida ante él en el patio del partido; a Gallego, por informes que cada día tienen más sentido; y a De Rosa, porque es amigo de Camps. En cambio él puede instruir siendo amigo de caza del ministro de Justicia, de la fiscal y del policía que maneja las escuchas. Y luego habla de una “cruel campaña” contra él.
La asociación de defensores del presunto prevaricador -Con Garzón- pone el grito en el cielo porque Correa ha sido autorizado a personarse como acusación particular en su contra por la violación de sus derechos. ¿Acaso los presos no tienen derechos? ¿Es ésa la visión de la prisión que tienen los progres garzonianos? De ahí a marcarse un willytoledo, hay un paso. Pobre Garzón; la extrema derecha, algunos medios de comunicación, el PP y hasta algún preso lo acosan. Clamar justicia contra él es persecución.
Garzón ha demostrado, en las escuchas de Gürtel y en las fosas de la guerra, que le importa más la acción política que se consiga con un sumario que la persecución del delito. La sarta de barbaridades procesales cometidas compromete totalmente que el sumario termine sirviendo para impartir justicia. A Garzón le motivan más las portadas y los telediarios que las penas. Él es el único responsable de tener pendientes, ante la Justicia, tres causas de prevaricación y una de cohecho. ¿Con todo lo que ha hecho puede sentirse perseguido? Nunca entenderé cómo le han dejado llegar tan lejos.
Originalmente publicado en La Gaceta.