La negociación con ETA

¿Mayor Oreja sabe demasiado?

¿Mayor Oreja sabe demasiado?
Mayor Oreja ratifica sus acusaciones sobre la negociación con ETA EUROPA PRESS

La situación en España es tan grave, tan trágica, tan absurda, que cuando un personaje bien informado, y que generalmente acierta en el problema vasco, explica con sinceridad políticamente incorrecta sus puntos de vista u opiniones escandaliza a casi todos. Unos por fariseos, otros por cómplices de los etarras, otros por pusilánimes. Otros porque se niegan a ver la realidad tal como se muestra al observador atento.

Jaime Mayor Oreja ha realizado unas declaraciones en las que sostiene su convicción de que el Gobierno de Su Católica Majestad, vulgo  ZP, está ya negociando con la banda nacionalista asesina ETA.  Y otro sí dice, aún más grave, que el Gobierno de Su Majestad y la banda nacionalista asesina ETA coinciden en este momento en sus pretensiones.  Ambos, de algún modo, se necesitan mutuamente.

Si España no fuera España, si el PSOE fuera un partido socialdemócrata homologable, si no hubiera habido un irresuelto 11 M con el cambio de facto de Régimen político que le ha seguido, si no se hubiera redactado el Estatut separatista y abusón de Cataluña en el propio Palacio oficial del Presidente del Gobierno en la Moncloa, si no hubiera ocurrido el caso Faisán de presunta colaboración con ETA y su escándalo siguiente, si cuando se detiene a algún etarra, éste pregunta ¿lo sabe el Fiscal General del Estado?, si ZP no estuviera presionando públicamente al Tribunal supremo para que las actuaciones de Garzón queden sin juzgar, si la Viceprimera no abroncara en público a la presidenta del Constitucional, si se estrechan relaciones íntimas y de colaboración con el gobierno pro-etarra de Venezuela que, según el juez, mantiene terroristas como altos cargos de confianza, es decir, para acabar y en resumen, si ZP no fuera ZP, las declaraciones del eurodiputado popular podrían parecer producto de una intoxicación etílica o de haber frecuentado recientemente alguna obra de Chesterton.

Pero desgraciadamente para nuestro presente y nuestro futuro como españoles, son verosímiles.

El fracaso absoluto como gobernante del tenebroso maquiavelo de Valladolid recriado en León sólo podría ya ser paliado electoralmente y con ello salvarse él y la secta oligárquica antipatriota y liberticida que le apoya, si se produjera algún apaño real o figurado con ETA.

Pero, ¿Qué tiene que ver Chesterton en este asunto?, acaso me preguntará algún lector intrigado. Como dicen que la realidad imita al arte no estaría de más que recordáramos la trama de la famosa obra de Chesterton “El hombre que fue jueves”, publicada en 1908, y que posee algunas facultades visionarias acerca del funcionamiento de ciertos servicios, y, en cualquier caso, ratifica el conocido aforismo unamuniano según el cual la realidad es paradójica o se manifiesta en paradojas.

En el Londres neblinoso, un departamento contra-anarquista de Scotland Yard recluta al poeta Gabriel Syme. Luego, un poeta anarquista llamado Lucian Gregory establece contacto con Syme y lo lleva a una reunión anarquista local. Pero en vez de al verdadero anarquista Gregory, el agente Syme se vale de su ingenio y habilidad para lograr ser elegido como el representante local en el Consejo Central de Anarquistas mundial.

Dicho Consejo está formado por siete hombres, cada uno tiene el nombre de un día de la semana; a Syme se le da el nombre de “Jueves”. El policía multiplica sus esfuerzos por desbaratar las intenciones del Consejo. Así, descubre que cinco de los otros seis miembros son también policías, espías o agentes encubiertos; todos igual y misteriosamente empleados y asignados para derrotar al Consejo de los Días. Pero descubren también que luchan unos contra otros y no contra anarquistas de verdad.

Un plan paradójico y genial de Domingo, el séptimo. En una conclusión vertiginosa y bellamente surrealista los seis campeones del orden dan con el inquietante y caprichoso Domingo, el hombre que se hace llamar «La Paz de Dios».

Y Domingo resultaba ser en realidad el mismo hombre que los reclutaba «para luchar contra los anarquistas”, ninguno de los seis logra identificarlo ya que hablaba desde una oficina oscura.

¿Pero qué pretende realmente Domingo, ese hombre de paz? ¿Para quién o quiénes trabaja?

Cualquiera sabe, ¿acaso ya lo ha averiguado Don Jaime?

alfonsodelavega.com

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Autor

Luis Balcarce

De 2007 a 2021 fue Jefe de Redacción de Periodista Digital, uno de los diez digitales más leídos de España.

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