'Tortuosa y oportunista, se mueve a medio camino entre el descarnado utilitarismo y la bajeza moral sin paliativos'

La traición de Pedrojota Ramírez

De nuevo la COPE se pone al servicio de la ‘derecha pagana'

Entre los cambios en los medios con los que se inicia el curso destaca la traición de Pedrojota a Jiménez Losantos. Traición tortuosa y oportunista, que se mueve a medio camino entre el descarnado utilitarismo y la bajeza moral sin paliativos.

La alianza entre Pedrojota y Jiménez Losantos ha sido una de las más sólidas y duraderas del panorama mediático español. Viene de los lejanos tiempos en que Losantos era jefe de Opinión de ‘Diario 16′, siendo Pedrojota director. Más allá de lo mercantil, la relación siempre ha transmitido la imagen de que iba más allá del interés coyuntural para asentarse en una sólida amistad.

En el balance, puede decirse que quien ha puesto más, quien tiene su saldo a favor es Losantos, quien desde la COPE generó la especie de un grupo de comunicación conjunto. Mientras los otros diarios bajaban, ‘El Mundo’ no sólo frenaba la sangría sino que incrementaba sus ventas. Efecto casi milagroso, debido al entusiasta respaldo de Losantos.

DIAGNÓSTICO SIMPLISTA

Según se ha publicado reiteradamente, la traición de Pedrojota -casi un instinto en el personaje- se debería, precisamente, a la consideración de que ha pagado muy caro, en ventas, su ausencia de la COPE. Es un diagnóstico simplista que elimina la crisis general del papel, acosado por la competencia de los gratuitos e internet, cada vez con más oferta y pulso, y también el hecho notorio de que ‘El Mundo’ ha perdido a chorros la fibra, la investigación, la crítica y la independencia (llegó a defender a Bono o «A Bono le salen las cuentas») que le dieron frescura y éxito en los primeros tiempos.

Desde luego, lo que ha hecho Pedrojota es un asalto en toda regla a la COPE, para el que Jiménez Losantos simplemente sobraba, y de nada han valido viejas amistades, sólidas alianzas de antaño, ni patentes servicios prestados más allá del deber y la conveniencia.

El asalto se ha llevado a cabo en una operación a dos bandas con Ernesto Saénz de Buruaga, que deja en lugar muy desmerecido a la Conferencia Episcopal. De nuevo la COPE se pone al servicio de la ‘derecha pagana’, sin principios pero con muchos intereses, sin línea editorial ninguna o incluso contraria a lo esperable.

Pero la COPE de Buruaga no es, obviamente, la de Losantos y no va a producir, por tanto, efectos parecidos. Buruaga es la acomodación plena al sistema y, por ende, la inhabilitación; el periodismo entendido como una forma menor de las relaciones públicas. Buruaga, otrora emblema y sonrisa del aznarismo, es el biotipo de periodista de partido, aliñado, ajeno a la crítica y a la exclusiva, que ha hecho de no ofender a nadie una bella arte, por no defender nada. Estricto periodismo cortesano. Es fácil vaticinar que la COPE de Buruaga no va a ser la panacea que Pedrojota espera para revertir la caída libre de ventas de ‘El Mundo’.

BURUAGA Y LOSANTOS

He combatido a Losantos su conspiranoia sobre el 11-M por su manifiesta inconsistencia, por ser objetivamente lesiva para las víctimas y por desarmar a la sociedad española respecto al gravísimo problema de islamización. En su descargo, hizo seguidismo de ‘El Mundo’ y quizás creyó en una capacidad de investigación que hace tiempo no existe. Siempre he reconocido los méritos innegables de Losantos en independencia, patriotismo, lúcida e insobornable crítica a los nacionalismos y defensa de las libertades, con excelente pedagogía del liberalismo, de fuerte influencia en la juventud.

Ninguna de esas virtudes adornan al Buruaga acomodaticio, con larga trayectoria de un cierto tráfico de influencias mediático; es decir, de servicios vergonzosos más que vergonzantes al PP. Da la impresión de que Pedrojota, cada vez más escorado al estulto zapaterismo terminal, quiere situarse también ante el marianismo emergente, porque está cada vez más necesitado de ayudas y atisba el horizonte a ver qué cae.

En cuanto a la Conferencia Episcopal, resulta hiriente que desde sus predios se lance de continuo la especie de una esencial incompatibilidad entre lo católico y lo comercial. Recuerda la acusación krausista sobre la incapacidad para la ciencia de los católicos. Luego vendrán prédicas contra el becerro de oro, pero resulta chocante que el nuevo equipo de Deportes se estrene con continuas e inocentes bromas sobre la religión.

Por supuesto, que la religión católica puede ser muy comercial y lo viene demostrando desde hace más de dos mil años. Hay en ella una defensa de la dignidad humana, del derecho a la vida y de la libertad personal que la hacen enormemente atractiva y comercial.

La traición de Pedrojota a Losantos conlleva, como efecto colateral, el intento de decretar la muerte civil de Federico. No se producirá. Tiene un espíritu combativo y un sólido discurso liberal de los que el tándem Pedrojota-Buruaga carecen. Un par de oportunistas cuando el tiempo de los oportunistas ha pasado.

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Autor

Roberto Marbán Bermejo

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y actualmente cursa el grado de Ciencias Políticas por la UNED, fichó en 2010 por Periodista Digital.

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