Los sindicatos han pasado de la «gran putada» al rápido, suave y gozoso acuerdo con el ministro de Fomento en los servicios mínimos para mayor gloria de Blanco y del Gobierno. El pacto consiste en acordar los mismos servicios mínimos que fijó Álvarez Cascos en 2002. Entonces se pusieron como hienas y hasta los recurrieron ante los tribunales. Hoy lo llaman «acuerdo histórico».
¿Habrase visito mayor ejercicio de sectarismo, cinismo e hipocresía? En Madrid, Valencia, Murcia o las capitales gallegas montarán la parda, la huelga será salvaje en Barcelona o Sevilla todo irá como un guante de seda.¿Cómo no se dan cuenta de que no pueden seguir tomándonos a los españoles por tontos?
El enjuague es tan evidente que produce bochorno.
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