La reforma laboral es la mayor agresión que ha sufrido la clase trabajadora
Coincido con la definición de los sindicatos ante la reforma laboral diseñada, votada y aprobada por el Gobierno socialista: es la mayor agresión que ha sufrido la clase trabajadora desde el inicio de la democracia.
Pero también entiendo que el dragón al que alancear no es el empresario, sino el poder financiero, deus ex machina del sistema.
Ese macropoder que no sólo ha creado el desastre sino que, tomándonos como los rehenes que realmente somos, ha obligado al poder político a acudir presto y solícito en su auxilio y rescate.
A propósito, ¿conocen ustedes a un solo alto dirigente de la banca española que haya sido obligado a responder por su codicia o su incompetencia?
Y ahora hablemos de los sindicatos. En todos los consejos de la cajas de ahorro en España sentaban sus ilustres traseros representantes de los sindicatos.
En esos consejos se definía la política financiera de la caja. Pues bien, esas cajas fueron las impulsoras y financiadoras de la burbuja inmobiliaria, factor decisivo de nuestra crisis presente.
¿Recuerdan ustedes que una sola vez uno de aquellos ilustres consejeros sindicales levantara la voz para exigir mesura, prudencia? la reforma laboral que causó la huelga general fue votada en el Congreso por los diputados socialistas, muchos de ellos militantes de UGT.
¿UGT ha expedientado a uno solo de esos diputados-sindicalistas? ¿Cómo puede conjugarse el dinamitar los derechos de los trabajadores con el carné de la UGT? Recuerdo que esta disyuntiva la tuvo que asumir el primer secretario de la UGT Nicolás Redondo.
Su contestación fue lógica: renunció a su escaño de diputado. Eso se define como coherencia, la coordinación de la propia conducta de modo que no se produzca el esperpento presente equiparable a que el presidente de la liga de la castidad gestione un burdel.
Y, por último, ¿saben ustedes si un miembro de la UGT llamado Rodríguez Zapatero ha sido expulsado del sindicato? Quedamos a la espera.
Originalmente publicado en La Gaceta.