El articulista de ABC ironiza sobre las estériles preocupaciones de la progresía española

Ruiz Quintano: «El franquismo es lo que entretiene a la izquierda de los cinco millones de parados»

La izquierda española vive en un estado de ansiedad. Da igual que haya casi cinco millones de españoles que no tienen trabajo y que, por ende, no llegan a fin de mes. Al final, lo que importa, es que Franco era un dictador.

Ese es el hilo argumental de la columna del periodista Ignacio Ruiz Quintano en ABC –El diccionario histórico de Angelines – que ironiza sobre el debate abierto en las últimas semanas a consecuencia del Diccionario biográfico de la Real Academia de la Historia y la definición que en el mismo se ha hecho sobre el general Franco. Entiende que la discrepancia que se ha abierto es interesada, máxime cuando la diversidad de canales de información no suponen que el saber esté capitalizado en unas pocas manos.

Apunta el articulista:

En tiempos de Google, ¿cuántos hojean diccionarios?

-La erudición es una fuente donde abrevan las bestias, y a veces, los hombres -contestó Tierno a Fraga en una discusión parlamentaria sobre el preámbulo constitucional.

¿Diccionarios? Para los comunistas y la ministra Angelines, que querrá ser llamada así, una vez que Rubalcaba, su jefe, sólo aspira a que lo llamen Alfredo, alias, por cierto, de Togliatti, uno de los filántropos de Stalin en la mesacamilla de la guerra civil.

Luego se adentra en el debate sobre cómo había que definir a Franco:

¿Autoritario o totalitario?

Esa controversia sobre Franco, su fantasma mitomotriz, es lo que entretiene a la izquierda de los cinco millones de parados.

-No tenemos una Real Academia, sino una Real Caverna contra la República -perora en el Congreso el doctor Llamazares, científico ducho en la agrobiología de Lyssenko e incapaz, ay, de comprender las licencias literarias del profesor Suárez sobre el franquismo como las del Nobel García Márquez sobre los «boat-people» vietnamitas.

E insiste:

¿Autoritario o totalitario?

Diremos que «totalitario» es cuando te dictan lo que has de hacer y además no te dejan entrar ni salir del país, salvo que seas los Beatles, el Ché (paseante de la Gran Vía en uniforme verde oliva) y así. O sea, el franquismo. Y «autoritario» es cuando te dictan lo que no has de hacer, pero te dejan entrar y salir a tu bola. O sea, el castrismo, para no perdernos en el Gulag.

-La historia -advierte Croce- es siempre historia contemporánea.

Y sentencia con sarcasmo:

En 1973, la hoy ministra Angelines clavaba una estaca en el corazón del totalitarismo franquista con su cameo en «El Love Feroz o cuando los hijos juegan al amor».

En 1974, Nixon envía a El Pardo al general Vernon Walters para otear la situación:

-El Príncipe será Rey -le dice Franco-, porque no hay alternativa. España irá lejos en el camino que desean ustedes, los ingleses y los franceses: democracia, pornografía, droga y qué sé yo. Habrá grandes locuras, pero ninguna de ellas será fatal para España. Porque yo voy a dejar algo que no encontré: la clase media española.

En 1975 (¡octubre!), en «L’Europeo» milanés, Carrillo le confiesa a Oriana Fallaci:

-Si la derecha no ayuda, derribaremos la Dictadura con la violencia. He hecho también la guerrilla. Durante nueve años. No sé si soy un buen tirador, pero sé que apuntaba con cuidado: para matar… No estoy dispuesto a dejar con vida a Franco. Sería una injusticia histórica ver morir a Franco en su lecho… ¿Qué posibilidades tiene Juan Carlos? Todo lo más ser rey durante unos meses… Yo soy comunista, no soy rosa… Stalin no era antipático: sabía tratar a la gente… Y la República española no era un régimen capitalista, sino una democracia popular en el verdadero sentido de la palabra. Menuda golfa, la Historia.

La columna de Ruiz Quintano es cierta porque en plena época de innovación tecnológica, donde prácticamente toda la información se busca a golpe de clic, la izquierda parece empeñada en capitalizar absolutamente todo, hasta los diccionarios biográficos realizados por un ente oficial como la Real Academia de la Historia -La Cultura es sólo nuestra-.

Pero, además, con casi cinco millones de parados, que al final es lo sustancioso del asunto, parece que lo único que preocupa a los medios que apoyan a ese sector progresista es si Franco es definido como dictador o totalitario –Público encuentra en Franco la excusa ideal para eludir la realidad-.

VERDAD MENTIRA

Gaspar Llamazares:«No estamos de acuerdo con reducir las sesiones plenarias; es un mal mensaje, contradictorio e incoherente»

José Antonio Vera:«[Rubalcaba] tiene poco mérito en intentar darse a conocer como persona ajena a Zapatero»

José Bono:«Toda la deuda de Castilla La Mancha se podría pagar con la que tiene Canal Nou»

Salvador Sostres:«Los gobiernos más progresistas en España han sido los del presidente José María Aznar»

Alfonso Merlos:«[El PSOE] ha gestionado sus feudos siguiendo el principio del desmadre»

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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