El Partido Popular celebró el pasado fin de semana en Málaga su cónclave electoral. La imagen fue la de la unión entre el sector marianista y el aznarista y la sensación de que en Génova dan por ganadas las elecciones. Tono demasiado mitinero y propuestas muy generalistas, sin entrar a fondo en determinados asuntos.
Para hablar de la convención del PP contamos en nuestros estudios con Juan de Dios Colmenero, Jefe de Nacional de Onda Cero y a Antonio Montilla, redactor de política de Colpisa, que analizaron con precisión lo que fue esta reunión de la máxima importancia en el seno de los conservadores, aunque al final, como ambos coinciden, no tuvo una propuesta estrella que llevarse a la boca.
Antonio Montilla expresa que:
Para mí ha supuesto una decepción porque fue el propio Rajoy el que el pasado 29 de julio de 2011 apuntó que en esta convención política que se iba a celebrar en Málaga se presentaría el programa electoral del Partido Popular y eso es lo que hemos echado en falta en esta convención, que nos dijese Mariano Rajoy cómo va a sacar a España de la crisis, dado que prácticamente todas las encuestas le dan ganador de los comicios del próximo 20 de noviembre. Al fin y al cabo es la música que llevamos escuchando mucho tiempo, la de no mojarse en propuestas concretas, pero faltó conocer la letra, que empiece a definir sus líneas y creo que no lo hace precisamente para no incurrir en el error de David Cameron, explicar qué recortes va a tener que hacer.
Juan de Dios Colmenero replica que:
Estoy en desacuerdo, pero nada más que porque todos sabíamos que aquí no se iba a presentar las propuestas electorales. Sabíamos desde un poco después del 29 de julio que esta convención no iba a ser la presentación de las líneas programáticas del PP de cara a los comicios. Es verdad que hemos echado en falta propuestas concretas a lo largo de estos tres días, aunque también ha habido alguna iniciativa. Esta claro que esto ha sido así porque Rajoy ha querido hacer un discurso más político. Las propuestas electorales las irá desgranando de alguna manera a lo largo de las próximas semanas antes del arranque de la campaña. Sí es cierto que se mojó a la hora de exponer cómo iba a gobernar, pero su estrategia política es no contar exactamente qué tipo de recortes tendrá que afrontar.
En cuanto al tono presidencialista utilizado por Mariano Rajoy para clausurar la convención es visto por Antonio Montilla de una forma muy sencilla:
El término de euforia contenida ha desaparecido ya de Génova –a lo que asiente su compañero en la tertulia, Juan de Dios Colmenero–. No hay signos de contención en los principales cuadros de mando del partido, ni siquiera alguien como Esperanza Aguirre, que siempre tira del consabido ‘pico y pala’ para advertir de que hay que seguir trabajando, que no hay que confiarse, no hizo uso de esa fórmula en Málaga. Quizá sólo Feijoo, Monagao y Bauzá matizaron que habría que ir pueblo a pueblo en busca de todos los votos, pero el mensaje general es que el triunfo está conseguido, además teniendo en cuenta que hay un PSOE que no termina de salir, que está estancado, que no sabe cómo desprenderse de la herencia de Zapatero sin tener que renegar al mismo tiempo de él y también como Rubalcaba parece incapaz de enganchar a las bases, tal y como se ha visto con la confección de las listas.
Colmenero añade que:
Bien es cierto que las encuestas coinciden ya en darle ganador y eso, ojo, también empieza a asustar en la sede de Génova, empieza a preocupar en el entorno del Partido Popular que esos sondeos estén dando demasiado bien para sus intereses.