El comunicado de ETA

MADRID, 21 (OTR/PRESS)

«Eta ha decidido el cese definitivo de su actividad armada», dice su comunicado del jueves por la noche. En las horas siguientes a su difusión a través del medio habitual, el diario ‘Gara’, se desencadenaron las reacciones políticas, mayoritariamente marcadas por algo parecido al júbilo ¿Demasiado pronto para echar las campanas al vuelo? Hay motivos para alegrarse pero sorprende la escasa tendencia a comentar los contenidos del comunicado de la banda terrorista, que no se reducen al mero anuncio del fin de la por ellos llamada «actividad armada» y que nosotros debemos seguir llamando terrorismo.

Por supuesto que es una buena noticia. Sin embargo la prudencia aconseja no apresurarse a declarar irreversible el fin de Eta. Aunque solo sea por el hecho de que en el comunicado no se habla en absoluto de desarme ni de disolución de la banda. Y al comunicado debemos atenernos, más allá de los procesos de intención o del voluntarismo propio de quienes nos agarramos a un clavo ardiendo para autoconvencernos de que, ahora sí, se ha terminado la pesadilla.

Se trata de saber a ciencia cierta si Eta se propone condicionar el real cumplimiento del alto el fuego definitivo a las reclamaciones planteadas. Tales como intentar «una solución justa y democrática al secular conflicto político», de modo que se llegue al «reconocimiento de Euskal Herria y el respeto a la voluntad popular». O su llamamiento a los Gobiernos de España y Francia para «abrir un proceso de diálogo directo que tenga por objetivo la resolución de las consecuencias del conflicto».

Todo eso recuerda el doble señalamiento de autodeterminación y territorialidad como causas de lo que ellos llaman el conflicto vasco. Pero en esta ocasión ya no hablan de «causas» sino de «consecuencias», lo que permite suponer que ahora se conformarían con negociar sólo sobre los efectos de casi medio siglo de terrorismo. Básicamente, presos, luz verde a Sortu como partido político, derogación de la Ley de Partidos y no aplicación de la llamada doctrina Parot.

Como, por otro lado, en ningún punto del comunicado aparece el tono conminatorio que exija el cumplimiento de esas condiciones para que sea realmente efectivo el cese definitivo de la violencia, se entienden las reacciones políticas que, empezando por los dos partidos centrales del sistema, el PSOE y el PP, han celebrado el comunicado de la banda terrorista..

En cuando al hecho de que no se hable de la entrega de armas, es un motivo más que nos obliga a ser prudentes. Pero tampoco conviene exagerar. Es preferible un alto el fuego real y efectivo sine die, aunque no se escenifique la entrega de las armas, que un desarme ritual que se deja una pistola en la faltriquera de algún insumiso dispuesto a volver a las andadas.

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