La campaña.

MADRID, 3 (OTR/PRESS)

La pasada noche comenzó oficialmente la campaña electoral que finalizará el próximo día 18 para dar paso a la jornada de reflexión el sábado 19 y a la cita con las urnas el domingo 20. Desde que Zapatero anunció el pasado mes de junio que las elecciones generales serían el 20-N hemos vivido cuatro meses de una constante campaña solamente atenuada por el periodo estival. ¿Para qué sirven las campañas electorales? Los expertos aseguran que la fluctuación del voto durante las mismas es casi insignificante, salvo que sucedan hechos extraordinarios -como ocurrió en las elecciones del 2004 con el atentado del 11M- que mueva a una parte de los indecisos a acudir a las urnas o incluso a cambiar el sentido de su voto a parte del electorado.

La campaña se va a desarrollar en unas circunstancias muy diferentes a otras. En primer lugar, la grave crisis económica que estamos viviendo con cinco millones de personas en paro o un millón cuatrocientas mil familias en las que ninguno de sus miembros tienen trabajo hace que las medidas que los candidatos y sus partidos propongan para salir de esa situación vayan a ocuparlo prácticamente todo. En segundo lugar, el PSOE presenta a un candidato que siendo la primera vez que aspira a ser el presidente del Gobierno, sin embargo, lleva muchos años en política y ha ocupado cargos importantes tanto en los gobiernos de Felipe González como en los de Zapatero. Esto a Rubalcaba le limita bastante su credibilidad a la hora de proponer soluciones, porque hasta un niño de primaria le podría replicar preguntándole: ¿y por qué no las propuso usted cuando se sentaba hasta hace muy pocas semanas en la mesa del Consejo de Ministros?

En tercer lugar, todas las encuestas conocidas en los últimos meses dan como claro vencedor al PP y a su candidato, Mariano Rajoy. Incluso hablan de una diferencia que oscila entre los 14 y los 16 puntos, lo que supondría una clara mayoría absoluta para los populares y un resultado desastroso para los socialistas. Pero como dice el refranero popular, «hasta el rabo todo es toro» e históricamente el PSOE ha demostrado una gran capacidad de recuperación precisamente durante la campaña electoral, aunque en esta ocasión parece que esa remontada se presenta menos probable. El caso es que Rajoy ni quiere ni puede anunciar en campaña todas las medidas de corte económico que irremisiblemente tendrá que tomar nada más llegar a la Moncloa.

La campaña electoral tendrá su punto mediático más interesante el próximo lunes con el «cara a cara» televisivo entre los dos candidatos y poco más, porque los mítines sirven, en primer lugar, para los convencidos y en un segundo término para el minuto en directo en el telediario de turno. En definitiva, cuanto antes llegue el 20-N mejor para todos, porque la situación del país no está para muchas bromas.

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