Los resultados del 20 de noviembre de 2011 no son un cheque en blanco para Mariano Rajoy. Los ciudadanos no le han dado carta blanca para hacer lo que quiera, sino para sacar de la crisis al país, de ahí el batacazo del PSOE, que es en realidad lo que ha propiciado la mayoría absoluta del PP. Y es que, en otro escenario, con un incremento de sólo medio millón de votos de los conservadores respecto a 2008, no parece probable que en la calle Génova se hubiese podido celebrar esa aplastante victoria.
Las periodistas Virginia Ródenas y Almudena Negro analizan en Periodista Digital los resultados y el significado que tiene el discreto aumento del votos del PP y el hundimiento socialista.
Para Ródenas, el diagnóstico es más que evidente:
Esto es una lección para todos. Hoy estás arriba y mañana, abajo. Al final, el pueblo, y no me refiero a esos de la Puerta del Sol o los del 15-M, es quien tiene la palabra. Las urnas han decidido y los ciudadanos han dicho que, efectivamente, el PSOE lo había hecho muy mal y prácticamente lo hay llevado a su disolución al obtener los peores resultados de su historia. Que se aplique el cuento Mariano Rajoy y el Partido Popular porque más que hablar de una victoria del PP, lo que se ha producido es un desastre y una pérdida de votos del PSOE y como otros partidos han ido creciendo.
Lo que sí me parece necesario es una urgente reforma de la ley electoral porque mi voto no puede valer más o menos que el de otro español. Me parece vergonzoso, por ejemplo, que Amaiur, con 800.000 votos menos que UPyD, tenga siete diputados y grupo propio. Eso mismo pasa con los nacionalistas, con CiU y con el PNV, que con muchos menos sufragios también consiguen tener grupo propio.
Almudena Negro añade al diagnóstico que:
El Partido Popular tiene que ver por qué no ha subido, especialmente en determinadas regiones. Quizá se ha votado al PP, pero se ha hecho sin demasiada ilusión, como si fuese un mal menor. Mientras, el Partido Socialista se ha desmoronado, pero mucho menos de lo que se esperaba con todo lo que nos ha liado durante los últimos años.
Aún así, el PP debería hacer una reflexión comunidad por comunidad y provincia por provincia para ver las razones por las que ha perdido parte de ese apoyo que, aunque no ha sido mucho, pero es verdad que ha habido un descenso en sufragios, aunque el porcentaje de apoyos se haya incrementado.
En cuanto a lo que pueda pasar en Andalucía y si un triunfo socialista en marzo puede suponer una tabla de salvación, Ródenas entiende que:
Con los resultados del 20 de noviembre, esa es una tabla de salvación ya perdida. El pueblo ha hablado y ya ha dicho que no quiere al Partido Socialista. Hay todo un historial de corrupción, con los EREs falsos, con las colocaciones, con el abuso de poder. La corrupción siempre es insoportable, pero en el caso andaluz es que ya ha tocado la médula. Entiendo que el resultado de las generales en Andalucía se consolidará en los comicios autonómicos.
Por su parte, Negro tampoco alberga dudas:
Extrapolando los resultados de las elecciones generales, resulta evidente que la mayoría absoluta para el PP está ahí, se hubiese producido sin género de dudas. Lo que sucede es que en política tres o cuatro meses es un tiempo demasiado largo y cualquier cosa puede pasar. Es verdad que a día de hoy nadie parece cuestionar esa victoria rotunda del PP y los señores Griñán y Chaves se irán a la cola del INEM donde, por cierto, aguardan un buen número de andaluces.
