MADRID, 04 (OTR/PRESS)
El profesor Julián Casanova ha planteado un interesante debate en ‘El País’: reflexionar sobre los problemas de España más allá de la economía. Lástima que, como él mismo reconoce, más allá de la economía no haya vida. Aun así, supongamos que fuese posible un debate público -con consecuencias- sobre la participación ciudadana y la responsabilidad de la clase política y, en definitiva, sobre la representatividad y transparencia de las instituciones.
Casanova, que es catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza y compañero de debate en ’24 Horas’ de Radio Nacional de España, echa mano del pasado -comprensible siendo historiador- y nos recuerda que la crisis profunda de España cuando murió Franco también estaba sembrada de problemas. Y tiene razón: las cosas estaban igualmente mal entonces y el país encontró una salida, profundizando en la democracia. ¿Por qué ahora es distinto? El profesor Casanova quizá pierde de vista el verdadero contexto: el europeo, que viene dado por el anclaje de España a la UE, hasta tal punto que convierte este país en una especie de autonomía de un Estado federal en construcción.
España salió de otras crisis por su cuenta y también con la ayuda de Europa, por cierto no siempre desinteresada. A veces lo hizo modernizándose y otras devaluando su moneda, para ganar capacidad exportadora. Si ahora no lo hace es porque su soberanía es mucho menor. El debate que plantea Julián Casanova, siendo sugerente, debería tener dimensión europea, y no solo española, ya que por muchos deberes que se hagan en España no serán suficientes, si no hay una salida europea. Por eso es tan importante lo que pase este viernes, día 9, en la cumbre europea, donde cabe una solución compartida, que alivie la crisis de liquidez, o también un cataclismo, si se rompe el euro. Es, como dice el economista Guillermo de la Dehesa, la última oportunidad. Para España, pero también para Alemania, cuando ya estamos en tiempo de descuento.