Cada día está más claro que en el Congreso del PSOE va a ganar Rubalcaba. Y lo está por varias e importantes razones.
La primera es que la Vieja Guardia, la que desbancó del poder a Zapatero y colocó a Marcelino Iglesias de Secretario General y de candidato a Alfredo, sigue en sus trece de no permitir más derivas zapateriles en su aparato. Y Carmen, cada día más Carmen de España, es sinónimo de los peores años de gobierno en España.
No hay que olvidar sus rubianadas, sus federaladas y sus sonrisas y carantoñas políticas con el defenestrado -gracias a Dios- José Luis Rodríguez Zapatero.
Carmen Chacón, además, es peligrosa por su afiliación al PSC, que permitiría a este partido independiente, como no se cansan de repetirnos desde Barcelona, sus aspiraciones a tener grupo propio en el Parlamento español y europeo.
Es decir, a decidir y votar por libre, sin tener que estar sujeto al PSOE en las cuestiones que afectaran a Cataluña. Es decir, todas. Porque todo lo que sea fiscalidad, presupuestos, trabajo, seguridad, cultura, sanidad, etc… afecta a esa queridísima parte de España. Por tanto, Felipe González y sus seguidores, clan de la tortilla incluido, han dicho que nones a Carmen Chacón.
Alguno de ustedes, queridos lectores, se acordarán que ya dije hace algunos meses que esa famosa cena entre Carmen Chacón, su marido y Felipe González, no fue otra cosa que sondear la opinión del que fue presidente del gobierno de España. Y ya en esa cena, no dio su respaldo. Por mucho que algunos periodistas hayan vendido que sí, que se lo dio.
La segunda cuestión es que Rubalcaba sabe que este será un servicio impagable a su partido que en breve le premiará con algo, previa consulta e intercambio de opiniones con el Partido Popular. Él sabe que nunca va a ser presidente del gobierno y que su papel es que no se desbande el PSOE y se produzcan escisiones. Ganas, se lo aseguro, las hay. De escindirse, me refiero. Con Carmen, esas ganas, aumentarían exponencialmente.
Alfredo, es conocedor que la vieja guardia le ha designado el tutor de PSOE en estas momentos, el guardián de fuego sagrado que les permita pasar por la travesía de desierto con las filas lo más prietas posibles. Una vez fuera Zapatero, Chacón, Aído, Moratinos, de la Vega y ahora Chacón, solo quedan Leyres y unos cuantos pesos menores que se irán fundiendo o se los fundirán directamente. El verbo, en este caso puede ser transitivo o no. Dependerá de su docilidad, de si cambian de chaqueta o de si encuentran acomodo allende de los mares. –Chacón reivindica su sana y humilde ambición porque la mujer lo vale—
La tercera razón, es que bajo Rubalcaba, se puede ir intentando buscar un nuevo líder en el PSOE, de forma más tranquila y menos apresurada. Un diputado que sea ajeno a zapateradas, a imágenes de paro, despilfarro, subvenciones al por mayor y corruptelas andaluzas y de gasolinera. Cn Chacón, sería imposible, porque ella no dejaría ni respirar a quien le hiciera la más mínima sombra. Y Zapatero, que no se resigna a contar nubes, desde la fundación IDEAS, que ya se ha postulado, y desde el títere de Chacón en Ferraz y el Parlamento, seguiría mandando.
Por lo tanto, creo muy sinceramente, que el ganador en el Congreso del PSOE será Rubalcaba. Y de paso, Chaves, que tiene ansia por que Griñán se pegue el batacazo, se pondrá a las órdenes de Felipe González, o sea, de Rubalcaba. Y si se domina Andalucía, se domina el partido en Ferraz. De eso sabe mucho Felipe González. Pero mucho, mucho. —La corrupción erosiona el ‘emirato’—
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