Carme Chacón renuncia a entrar en la ejecutiva. Alfredo Pérez Rubalcaba se lo ofreció nada más conocer su victoria. La política catalana exige al ganador una «ejecutiva de integración» quiere que estén sus militantes de confianza pero no quiere estar ella misma. Andalucía está rota por la mitad con José Griñán, presidente de la comunidad y secretario general del partido fuera de juego.
Un mapa difícil de manejar por el nuevo secretario general.La moderna cirugía vence a casi todas las fracturas. Para esos están la prótesis de titanio.
Pero el PSOE ofrece una radiografía que complica mucho la restauración de la unidad. Veintidós votos de diferencias divide al partido en dos partes casi iguales. Complicada cirugía. ¿Podrá devolver la movilidad al PSOE el doctor Rubalcaba?
Es cierto que Zapatero ganó a Bono por una diferencia menor. Pero no es lo mismo. Rubalcaba ha vencido el peso mayoritario en el POSE de Andalucía y Cataluña: algo insólito en la historia del partido. Se acabó esa hegemonía y el socialismo andaluz ha salido debilitado y divido.
Creo que no ha ganado Rubalcaba sino que ha perdido Chacón. Los poderes fácticos del PSOE estaban horrorizados con la política fashion de la candidata catalana. Y sobre todo con los enredos de su marido. Experimento sin gaseosa.
El gran perdedor del Congreso ha sido el presidente de Andalucía. Su apuesta por Carme Chacón, la división del socialismo andaluz, es el peor escenario para las próximas elecciones. Si pierde, que parece probable, José Griñán tendrá que dimitir de la secretaría general de esa poderos federación del PSOE, que ha perdido la cualidad histórica de decidir los congresos.
Daría mucho por tener la grabación de la conversación de Felipe González y Rubalcaba el día que este decidió presentarse como candidato a la secretaría. Ahí, en esa conversación, está la hoja de ruta de Rubalcaba. Si la cumple, estará ya preparando el 39 congreso del partido para elegir al secretario general que tome las riendas de un partido regenerado. Si lo logran, claro.