A quienes se quejan de la lamentable decadencia de los cuentos de hadas les aconsejaría la atenta lectura de la prensa de izquierda o, si prefieren la literatura oral, las declaraciones de sus portavoces. Las evidentes contradicciones de sus postulados y, sobre todo, el fracaso de sus políticas en la práctica les obliga a alejarse cada día de la Tierra mucho más que el propio Felix Baumgartner. Lea a El Trasgo en La Gaceta.
No me digan, por ejemplo, que este comienzo, extraído del último comentario de Carlos Carnicero en su página web («La pobreza como tecnología del norte contra el sur«) no tiene todos los mimbres del más clásico cuento moralizante: «Me imagino que las reuniones del Eurogrupo tienen una liturgia medieval. Los nuevos aristócratas del dinero se reúnen para impulsar la pobreza de la plebe. Y lo hacen con la misma distancia que ocurría entonces. Los reyes y nobles más malvados organizaban la recaudación entre los siervos de la gleba sin importarles que se quedasen sin trigo para el invierno».
EN CUBA NO PASAN ESTAS COSAS
Ignoro si en el Eurogrupo conspiran para hacernos más pobres. Sería raro; más bien, se les ve desesperados por conseguir lo contrario o peligran sus poltronas. Pero digamos que sí. ¿Va a enseñarles algo quien tiene a Cuba por segunda residencia? ¿Tiene el Eurogrupo algo que aprender de los regímenes socialistas en eficacia a la hora de «impulsar la pobreza de la plebe»?
Irene Sánchez (@irenuita), la tuitera de la que hablé ayer, resume en un solo tuit otra de las más extendidas incoherencias de esta izquierda de tapar la calle: «1. La deuda es odiosa, no paguemos. 2. Los servicios públicos no deben recortarse. 3. Los servicios públicos los pagan los unicornios azules».
Y va de conspiraciones. Dejé dicho el otro día que no me gustó nada el verbo empleado por el ministro Wert -«españolizar»- por razones estrictamente conservadoras: porque suena terriblemente jacobino, como si hiciera falta crear a capón y por decreto ley una identidad que no existe. Pero veo, asombrado, que quienes coinciden conmigo son, precisamente, los jacobinos, y por razones terriblemente hipócritas.
Es decir, lo asombroso, lo que debería dejarnos con la boca abierta por el descaro, es pretender que las palabras de Wert son algo así como nuevas en el debate nacionalista, como si no fuera obvio que han sido el arsenal diario de los caciques de aldea que tapan sus vergüenzas y acaparan poder envueltos en una bandera.
Un caso especialmente curioso es el de Nacho Escolar, al que llegué a guardar un rinconcito en mi corazón por su incesante labor de rastreo en YouTube de los incumplimientos y contradicciones de este Gobierno. Pero me temo que Nacho, ay, es aún más hábil en ignorar lo que no quiere ver que en buscar lo que desea mostrar.
En ‘El Periódico de Catalunya‘, Escolar el Menor nos alecciona sobre «Por qué al PP le interesa españolizar«, y es casi patético verle esquivar décadas de declaraciones ferocísimas de ardor patriótico catalán y castellanofobia para rascar débiles pronunciamientos dudosamente españolistas.
Empiezo a lo grandioso: «Es tan grande la imprudencia del ministro españolizador que hasta el Rey de España le ha pedido a Mariano Rajoy que reprenda al ‘pobre Wert’, que lo está haciendo ‘muy mal».
Pasen por alto que la Casa Real haya desmentido esta supuesta reconvención: Nacho sabe más y, sobre todo, atendiendo a ese desmentido se quedaría sin la mitad del artículo. Luego se pergeña una conspiración bastante retorcida, a lo ‘Informe Pelícano’, que explica que «por calculado interés cortoplacista, la estrategia de Génova cambió. Desde el lunes, el PP endureció su posición contra el nacionalismo catalán. El lunes habló Gallardón, ‘España no es viable sin Catalunya’; habló Margallo, ‘lo del Camp Nou da mala imagen’; habló Santamaría, ‘es un capricho’; habló Rajoy, ‘es un torpedo contra el bienestar’. El martes hubo uno que se pasó de frenada: el menos político de todos, el ministro tertuliano José Ignacio Wert».
¿No oyen ustedes algún himno del Frente de Juventudes tras la belicosa frase «lo del Camp Nou da mala imagen»? ¿No advierten el hedor tardofranquista de ese denominar «capricho» a las ardientes aspiraciones nacionalistas? Pues yo tampoco, pero Nacho sí.
LA HEMEROTECA FEROZ
Nacho, en cambio, es tan ágil esquivando lo que no le interesa que llegó a escribir en la red social Twitter preguntando al aire si nos imaginábamos qué pasaría en el caso de que un ‘conseller’ hablase de ‘catalanizar’. Ay, qué osada es la ignorancia: a un maratoniano tuitero que tiene Miquelet por nombre artístico (@sinonevero) le faltó tiempo para señar a nuestro intrépido fundador de eldiario.es que no hacía falta imaginar nada, remitiéndole a estas declaraciones de Irene Rigau, consejera de Enseñanza de la Generalidad: «Sólo mediante la escolarización podremos realmente catalanizar, hacer miembros de pleno derecho, tener sentido de pertenencia a nuestro país, a los hijos de los que han venido de fuera. […] La escuela pública funde diferentes grupos étnicos en un solo pueblo». ¡Oh, vaya!