Como he dicho hasta la saciedad que la izquierda es una rebelión contra la realidad, que prima las buenas intenciones sobre los resultados (los de sus políticas: los de la derecha los mira con lupa), es justo que recoja toda petición de rigor y fidelidad al dato que venga de esa orilla. Como es el caso de la última columna de Almudena Grandes en El País, «Opinión«. Lea a El Trasgo en La Gaceta.
LAS CUENTAS DE ALMUDENA
«Yo tuve un profesor al que le gustaba decir que las matemáticas no son una opinión», recuerda Grandes. «Lo hacía siempre que nos pedía la solución de un problema y empezábamos respondiendo ‘pues yo creo que…’ No me interesa lo que usted crea, señorita, sólo pretendo que resuelva la operación». Promete, ¿no?
Y sigue: «Mi profesor se habría muerto de vergüenza al asistir al bochornoso baile de cifras que ha generado la huelga general -coste, porcentajes, número de manifestantes- y al inconcebible aplomo con el que algunos opinantes profesionales han sostenido números no ya falsos, sino incluso imposibles».
Porque, para Almudena, es un misterio que se ningunee o ataque a las centrales sindicales sin que importe «que puedan convocar dos huelgas generales en siete meses, que tengan millones de afiliados, que llenen las calles de manifestantes, que funden la Cumbre Social con centenares de asociaciones de toda España». No es opinable, dice Grandes: son habas contadas.
Pues vamos con algunos de esos fríos datos que tanto le gustaban al profesor de Almudena. Por ejemplo, que la afiliación a los sindicatos mayoritarios está en su dato más bajo de los últimos años: un 16%. Los últimos datos oficiales (correspondientes al año 2010) muestran que el 16,4% de los ocupados -alrededor de 2,9 millones- estaba ese año afiliado a una central sindical. También es un dato objetivo que las organizaciones sindicales recibieron 18.386.346 euros en subvenciones directas del mismo Gobierno contra el que protestan en el año 2011. Son, ¿sabes?, hechos objetivos, no opiniones. Aunque no puedo añadir, como su profesor, que no me importe lo que opine Almudena.
REALIDAD ALTERNATIVA
La Razón está empeñada en ser El retrato de Dorian Gray para Mariano Rajoy, manteniéndolo carismático y sin una arruga mientras el original se deteriora a ojos vista. Así, mientras este su diario señalaba lo obvio sobre el primer año del gallego, que tiene todo por hacer, en el diario de Marhuenda deben de salir poco y aún pintan a un Mariano que se diría Moisés dos minutos después de haber abierto el mar Rojo y hecho pasar a los israelitas a pie enjuto. Para que la comparación sea perfecta, el titular es decididamente veterotestamentario: «Los nuevos mandamientos de Rajoy«. Sólo la artística foto de portada es como para que le diera alipori a Viri en los primeros meses de su idilio, con una mirada perdida en la lejanía y una medio sonrisa que parece decir: «Soñad y os quedaréis cortos».
Como ya señalé ayer, Nacho Escolar sigue jugando al bienqueda, denunciando la brutalidad policial y hurtando a sus lectoras las del otro lado en su columna en su Eldiario.es «Por pelotas«. «Los hechos. Hay un chaval de 13 años con el cráneo sangrando tras una carga policial. Hay también una mujer que ha perdido la visión en un ojo, víctima de un pelotazo de goma».
Los hechos son más, Nacho, y tú lo sabes. También son hechos los chavales perfectamente adiestrados para la guerrilla urbana que la liaron quemando contenedores, tirando piedras y botellas contra la Policía y, en general, yendo a la marcha como si fueran a las trincheras, con escudos, bates y cócteles Molotov. Y si es grave, muy grave, que la Policía se exceda en la violencia, hay que decir, al menos, que la represión del delito es su oficio y la coacción su tarea, que de esto no hay modo de librarse ni en la sociedad ideal que pueda soñar Nacho, mientras que el oficio de los estudiantes no es el lanzamiento de armas arrojadizas, al menos que se sepa.
Y termina: «Algunos políticos aprovecharon aquella noticia para ‘plantear un debate’ sobre este tipo de armas, tan dañinas. El debate quedó en nada. ¿Hace falta otro muerto para que se reabra?».
No sé, Nacho, quizá también la izquierda debería plantearse el «debate» sobre dónde está el límite en la justificación que hace de cualquier violencia contra el Gobierno, aunque sea ignorándola cuando sucede; hasta qué punto hablar de «terrorismo bancario» o pasear guillotinas no supone una incitación a que la masa, famosa por su escasa discriminación a la hora de actuar, se tome la justicia por su mano. Paciencia, Nacho, que ya volverán a ganar los tuyos, dales una oportunidad a las urnas.
«Si no puedes pagar la hipoteca, ten más hijos’. Gobierno de España«. El sarcasmo no es mío, sino titular de la columna de Rubén Sánchez en el Bluffington Post para criticar las condiciones para que alguien pueda seguir en la casa cuya hipoteca ha dejado de pagar. Y no deja de ser curioso cuando el INE nos alerta de la pesadilla demográfica que se está preparando España y que nos va a dejar sin poder pagar la hipoteca de todos, ante la indiferencia de esa prensa tan social.