La noche de Navidad de 1350 fue muy dolorosa en la comarca del Vallés: las turbas enfurecidas asesinaron al abad Arnau de Biure, del riquísimo monasterio de Sant Cugat. Desde Aviñó, el papa Clemente escribió aquello de: gens inimica Dei (gente enemiga de Dios) para los de Terrassa y Sabadell autores del crimen “nunca visto”. Dicen que hasta el gallo-veleta del monasterio cantó de pena –Ungüento amarillo-.
De ello deriva el todavía dicho popular catalán: Sabadell mala pell (en español: mala piel) Un nuevo caso de corrupción asuela Cataluña. Esta vez estalla en Sabadell. En su médula; el Ayuntamiento. Detenciones, registro y búsqueda del innoble beneficio, del ungüento amarillo de la actividad pública: la política.
Esta vez es un socialista, Manuel Bustos (el gran valedor del vecino alcalde de Terrasa, Pere Navarro, para pilotar el averiado barco del PSC). Se trata de lo de siempre: dar obras públicas a cambio de aportaciones a fondo perdido que finalmente se repartía entre políticos y funcionarios presuntamente corruptos. ¡Pásmense!, incluso tenían “cuota fija de enganche” en la trama: 12.000 euros.
El responsable político de ese desaguisado es Manuel Bustos Garrido, alcalde Sabadell. El del PSC cobra un sueldo público de 81.576 euros brutos anuales. Esto es: 14 pagas de 5.827 euros, incluso después de reducirse el sueldo un 16%, en junio de 2011 cuando inició su mandato. Un sueldo mayor que el del Presidente del Gobierno; los ministros o los presidentes autonómicos de Valencia o Andalucía, por ejemplo.
Bustos no sólo percibe esos estipendios, sino otros de la Diputación o de empresas municipales en forma de dietas y prebendas, Sabadell tiene muchos habitantes, pero sólo suman unas 200.000 personas. Además goza de nueve “cargos de confianza” que cobran entre 58.000 y 78.000 euros al año, según él decida. Por cierto, uno de ellos es su hermano. Exactamente, el de “Relaciones Ciudadanas”.
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