No sería la primera vez que en una de esas reuniones algunos dardos sobrevuelan el ambiente
El aldabonazo de José María Aznar ha aumentado la grieta existente entre el PP y FAES, cuartel general del aznarismo.
Como subraya A.I.M. en ‘ESD‘, las relaciones entre el partido y su think tank han pasado por etapas de tempestades y calma en los últimos años, aunque uno y otro estén condenados a entenderse.
La Fundación viene aprovechando sus publicaciones para lanzar mensajes con bala al Gobierno de Mariano Rajoy.
Sin ir más lejos, el editorial del último número de su revista Cuadernos de pensamiento político -publicada en abril- pedía cosas como éstas:
- «Es necesario que el mensaje político popular se reafirme, se perfeccione y se transmita con más fuerza hasta convertirse en la referencia principal en los medios y en la calle»;
- «Cualquier partido político, y más si es el partido del Gobierno, necesita elaborar un mensaje central con el que explicar sus posiciones»;
- «Hay que insistir en el proyecto y en el mensaje, porque de lo contrario nada se entenderá y nada se podrá hacer de verdadero provecho».
Que Rajoy confirmara este jueves su presencia un año más en la clausura del Campus FAES el 7 de julio no quita para que la cuerda se haya tensado.
Tenía cerrada su asistencia desde antes de la irrupción de Aznar en Antena 3 y de haberla suspendido habría sido peor el remedio que la enfermedad.
Pero, más allá de la escuela de verano, hay una cita antes que hay quien pronostica que servirá para ajustar algunas cuentas.
A mediados de junio se celebrará la reunión semestral del Patronato de la Fundación, que está presidido por Aznar y tiene como vicepresidenta a María Dolores de Cospedal.
Este órgano es fiel reflejo de las distintas sensibilidades que forman parte del PP de ahora y del de antes. Lo integran desde Esperanza Aguirre al propio Rajoy, pasando por Jaime Mayor Oreja, Ana Mato y Javier Arenas.
No sería la primera vez que en una de esas reuniones algunos dardos sobrevuelan el ambiente.
En la última que se celebró antes de las elecciones generales, por ejemplo, Rajoy aprovechó la ocasión para marcar su territorio y advertir de que sería el partido y no FAES el que se encargara del meollo del programa electoral para el 20-N, como así fue finalmente.
Aunque hay otro efecto colateral del aznarazo que puede visualizarse antes. El lunes sin ir más lejos, cuando por la tarde Aznar acuda al Congreso a presentar una colección de biografías políticas en compañía del presidente de la Cámara, Jesús Posada, y de Ignacio Astarloa y Manuel Álvarez Tardío (ambos altos cargos de FAES).
Este jueves 23 de mayo de 2013 varios diputados del PP se preguntaban sobre la conveniencia o no de ir por temor a que se «retuerza» la realidad y se interprete como una toma de partido en favor del expresidente.
En cualquier caso la Dirección del Grupo Parlamentario no ha hecho ninguna sugerencia a sus miembros.