«Lo que ha quedado claro tras la comparecencia de los tres secretarios generales del PP ante el juez Ruz es, primero, que lo filtrado a la prensa y entregado al juez no es la contabilidad B del PP, sino la contabilidad de Bárcenas. Y, segundo, que los secretarios generales del partido se habían desentendido de sus finanzas, dejándolas en manos del tesorero y del gerente. Se trataba por tanto de unos «papeles» de Bárcenas, como se dijo en un principio, como el dinero en sus cuentas en el extranjero es suyo y sólo suyo», escribe José María Carrascal en su columna en ABC de este viernes 16 agosto 2013 titulada B de Bárcenas.
Y añade:
«A los secretarios generales del PP, excepto a María Dolores de Cospedal, puede acusárseles de dejación de deberes, pero si eso es delito, no habría celdas en España para alojar a tales huéspedes. Mientras a Rajoy puede achacársele haberse dejado llevar por su filosofía de que el tiempo lo arregla todo, que a menudo funciona, pero hay ocasiones en las que el tiempo las agrava. Ésta era una de ellas.»
Y concluye:
«A medida que pasan los días, se ve más claro que Bárcenas se ha construido su propia celda con sus papeles, ya que no hay otra forma de explicar la enorme fortuna que ha acumulado en Suiza, Nueva York y otros lugares más o menos exóticos.»