La X catalana del miedo a la libertad. La Y vasca en obras de comunicación. Y las incógnitas que reserva, muy compostelano y gallego él, el Presidente del Gobierno
Tras las vacaciones parlamentarias navideñas, el martes y el miércoles, tuvieron lugar los dos primeros Plenos del Congreso de los Diputados del año. Porque así lo dispone el Reglamento del Congreso (artículo 203), el del miércoles comenzó con la Comparecencia del Presidente del Gobierno para informar sobre el último Consejo Europeo celebrado en Bruselas
Pero lo sucedido en Bruselas ya era conocido, se sabía que iba a servir al gobierno para exhibir sus logros en materias económicas, y la atención, más que en el informe, estaba concentrada en lo que parece que van a ser las incógnitas políticas del momento: La X catalana, la Y vasca y las incógnitas (o Zetas) que preserva, muy compostelano y gallego él, el Presidente del Gobierno.
La X catalana, que apareció en el hemiciclo a instancias de algunos diputados españoles catalanes, tuvo su máxima expresión por los pasillos del Anexo del Congreso. Correspondía el uso de la palabra a los grupos minoritarios, que despiertan poco interés, y era el momento en que sus señorías aprovechan para aliviar o ingerir aguas, opiniones y preocupaciones. La conversación entre un pe-riodista y un diputado socialista catalán surgió espontánea. En ella la X Catalana rezumaba Independencia: Independencia democrática con mayúsculas, que poco o nada tenía que ver con el secesio-nismo. La incógnita catalana, más bien y por lo que el socialista sublimaba, estaba preocupada por la libertad, la libertad de los diputados para votar y decidir sin imposiciones. Por si había alguna duda, el quejido, que como un S.O.S. sonó a petición de auxilio, apareció en la despedida junto a la puerta del ascensor:
– Es que lo de Pere Navarro es insoportable. Esto sí que es presión. No es del PSOE, ni del PSC, es de la cabeza. ¿De qué libertad se trata si un diputado no puede votar con libertad?
MIEDO
Si esto es verdad, y parece que lo es, la X catalana no está ocultando separatismo, sino miedo: el de algunos a la libertad de los diputados catalanes a la hora de votar, que pudiera, incluso debiera, aliviarse enarbolando lo dispuesto en el Código Penal (art. 498).
La siguiente incógnita vino disfrazada de Y, ya en el turno de preguntas de Control al Gobierno al Gobierno en una formulada al Presidente Rajoy. La inició el portavoz del PNV Aitor Esteban al referirse a la Y de «Las obras del nudo de Bergara». Trataba el dipu-tado español, vasco del PNV, de conocer algunos pormenores de la licitación de esas obras; y mostraba su preocupación por la inversión que el Estado hace para propiciar las comunicaciones del País Vasco con el resto de España.
En las obras de la Y vasca incidió, puede que sin conocer las iniciativas del PNV, o sabiéndolas, el ex alcalde socialista de San Sebastián Odón Elorza, en la pregunta número 17 a la ministra de Fomento. El Presidente y la ministra respondieron a la cuestión de las obras, pero en el ambiente quedaron los afanes del PSOE y del PNV, juntos o separados, que ésa es una parte de la incógnita, sobre la Y vasca.
Después, más que aparecieron, por el Congreso de los Diputados y aledaños se esparcieron el resto de las incógnitas, las que guarda el Presidente del Gobierno, que es gallego y que las suministra a su antojo, en beneficio de todos, a conveniencia del partido que sustenta a su gobierno e incluso en interés propio, que ahí las incógnitas se alargan y ramifican como las enredaderas galaicas en la primavera que comienza.
Algunas de esas incógnitas ya han aparecido con algunas citas bíblicas (como las que surgieron ayer); y con unos halos de misterio que irán en aumento con el paso del tiempo. De cerca, las que importan, de momento, se reúnen en un «Calendario Presidencial» que parece diseñado «ad hoc» para unos fines que se atisban al contemplar los hitos y las fechas: Autoentrevista del Presidente en Antena 3 TV con Lomana presente y haciendo de algo, ya que no periodista, quizá testigo. Disertación ante empresarios. Visita en fin de semana a Cataluña, marcando tiempos, luciendo modos y guardando las decisiones para «cuando toque». Convención del Partido Popular en Valladolid al acabar enero, con protagonismo repartido entre tres (Floriano, Pons y Arenas) y ornado con la voz y la estam-pa de la Secretaria General…
De entre todas ellas, y como agrupándolas, aparece la primera de las incógnitas importantes. Entre los iniciados, y ya en la calle, se la conoce como «la europea».
La «zeta europea», en la que se concentran las miradas (también los reojos) y los intereses de todos aquellos que tienen algo que ganar, o perder, en las próximas elecciones al Parlamento Europeo. En principio, parece que únicamente cuentan los inmediatos: Los aspirantes a electos. Los que temen perder la condición de tales. Los atisbadores de éxitos y tropiezos. Las personas a incluir en la lista europea. El cabeza de la lista (Mayor Oreja, Arias Cañete, García Margallo…) con sus intereses, posiciones y disposiciones personales. Las fecha de presentación de la Cabeza de Lista. Y un largo etcétera que…
– «Convenzámonos todos, eso sólo está en la cabeza de Mariano (Rajoy) y lo dirá cuando quiera. – acabaron con el tema en siete ocasiones distintas los que dicen saber del tema.
Al respecto, el Presidente del Gobierno ayer sólo apuntó algo que, los augures interpretan, es importante y atañe a todos: El nuevo Parlamento Europeo va a tener mucha más importancia que los habidos hasta ahora. Lo que de él salga va a tener mucha más trascendencia para todos.
El resto de las incógnitas, las que conoce Rajoy, quedan como enigmas al cuidado del muy compostelano y gallego Presidente del Gobierno. Esperemos que sea para bien.
