La espantada de Botella le evita seguir soportando la crueldad política de los suyos mostrándole cada día la puerta de salida
En el minuto y resultado aparece Ana Botella. La alcaldesa ha renunciado oficialmente a lo que jamás ostentó. Era un secreto a voces que, obligada de forma más o menos explícita por la apatía del propio PP, contaba sus «minutos de la basura» antes de bajarse de la carrera a las urnas.
La espantada de Botella le evita seguir soportando la crueldad política de los suyos mostrándole cada día la puerta de salida.
Así, mientras ella dijo sin mayores explicaciones que sentía «el deber cumplido», sus compañeros jamás respaldaron las aspiraciones de una regidora envuelta en constantes polémicas.
La insensible gestión de la tragedia del Madrid Arena y el ridículo de la candidatura olímpica fueron los más duros golpes de una larga lista que hizo caer en picado su popularidad y la del PP en Madrid.
La ciudadanía no recordará a Ana Botella por haber recortado la deuda heredada de Alberto Ruiz-Gallardón, por equilibrar las cuentas de la Villa y Corte o por el mantenimiento de los servicios públicos.
Por increíble que parezca, la alcaldesa –y más aun su entorno– llegó a albergar esperanzas de cabalgar a lomos de la gestión económica, olvidando que para consolidar un proyecto y darle sustancia hay que hacer política.
Que cada cual haga su lectura. Empezando por el propio Mariano Rajoy, que ha fraguado hasta ahora toda su actuación en la «recuperación económica».
El presidente, sin duda, luce datos positivos: el avance del PIB, el superávit (hasta hace bien poco) de la balanza por cuenta corriente, la mejora de la situación financiera, el récord del turismo, la incipiente creación de empleo…
Pero que esa evolución resulte imperceptible en los bolsillos de la gente corriente es el gran elemento que juega en su contra. Y Rajoy ha descuidado la iniciativa política.
Ahora, una vez más, tiene al Partido Popular en posición de firmes a la espera de la decisión del jefe.
En el imaginario político se ha establecido que Madrid anticipa los resultados de las generales. Y a día de hoy, que se van a perder el Consistorio y la Comunidad es una realidad inexorable, dada la necesidad del centro derecha de obtener mayorías absolutas para gobernar.
Por lo pronto, Rajoy esperará a tener sobre la mesa una macroencuesta de valoración de candidatos que «se empieza a hacer ahora», según han precisado fuentes seguras a El Semanal Digital.
Esperanza Aguirre, Soraya Sáenz de Santamaría o Cristina Cifuentes serán de nuevo testadas por la demoscopia. También se ha incluido en la encuesta a varios varones, entre ellos el presidente del Senado, Pio García Escudero o, ¡asómbrense!, al ministro de Exteriores, Jose Manuel García-Margallo. Luego, Rajoy hará sus cábalas.
