UNA SEMANA NEGRA

El ‘affaire’ Errejón y dos patinazos de Iglesias, brechas en Podemos

Cualquier situación, por mala que sea, es susceptible de empeorar. La nueva formación se ha topado con la Ley de Murphy, a la que ha sumado sus propios tiros en el pie

El 'affaire' Errejón y dos patinazos de Iglesias, brechas en Podemos
Pablo Iglesias con Iñigo Errejón. PD

Pablo Iglesias y su núcleo duro no olvidarán la semana negra de Podemos que disipó de golpe y porrazo los efluvios de la victoria absoluta en la Asamblea Constituyente.

Con la proclamación de Iglesias como secretario general de Podemos y el ascenso a los órganos directivos de los candidatos de su lista han venido también las primeras turbulencias serias que afectan de lleno al nuevo partido.

El propio Iglesias ha sido responsable de algunas de esas tensiones. Los siete días de noviembre comenzaron el domingo 16, cuando se enfrentó a una entrevista sin concesiones de Ana Pastor en El Objetivo de La Sexta.

Iglesias sudó tinta en ese encuentro con algunas de las cuestiones de Pastor, que reclamó medidas concretas sin que el eurodiputado pudiese dar unas respuestas adecuadas, especialmente en las relacionadas con lo económico. Un área que, según quedó en evidencia, cojea todavía.

Pero con los ecos de la entrevista de Pastor coleando, Iglesias se enfangó aún más unas horas más tarde cuando en la mañana del lunes 17 se sometía a otro escrutinio ante Pepa Bueno en la Cadena SER. Su alusión a sacar a España de la OTAN si fuera posible eclipsó el resto de su intervención.

El affaire Errejón

Ese mismo día estallaba una bomba que afectaba directamente al número tres de Podemos: Iñigo Errejón, director de campaña en las europeas y hombre del núcleo de confianza de Iglesias en Podemos, era puesto en la picota por El Mundo por haber cobrado 1.825 euros mensuales como investigador de la Universidad de Málaga.

En principio, nada novedoso en una persona dedicada a labores de ese tipo y cuya carrera laboral se ha forjado en los ámbitos académicos. El problema residía en que dicha beca había sido concedida por Alberto Montero, miembro del círculo de economistas de Podemos, unos meses después de que Errejón regresase a España tras ser reclamado por Iglesias.

El affaire Errejón, si no ilegal, sí ha dejado tocado a Podemos. Y es que el asunto, en un partido que se ha forjado criticando a la Casta y sus intereses, sembraba sospechas sobre la forma de concesión y de proceder.

Lo peor de todo es que por muchas explicaciones y llamamientos a la unidad interna, la beca de Errejón se ha convertido en una losa pesada sobre Podemos y en otra brecha en su blindaje, como se ha comprobado en los últimos debates, donde miembros de la formación han visto cómo les sacaban a relucir el asunto para placarles los argumentos.

Telecinco y el error mediático

Otro frente de gravedad ha sido lo sucedido con Telecinco. Tras apalabrar una entrevista con Un Tiempo Nuevo, Iglesias se enzarzó en una polémica en la que podría no haber sido ajena la entrada en liza de los negocios de su productora.

Y es que el miércoles 19 El Economista resucitaba la cuestión, anticipada ya por El Semanal Digital el pasado mes de julio. Que dicho medio volviese a sacar el asunto, a tres días de la presencia de Iglesias en el plató de Telecinco, no dejó de escamar a algunos por la vinculación que mantiene El Economista con Mediaset.

La cuestión de la productora, nada grata para Iglesias, se enmarañó con la entrevista a Un Tiempo Nuevo, declinada después de que Iglesias, según el programa, solicitase someterse a una pregunta pactada a través de una conexión.

Una petición sorprende en quien ha criticado duramente las comparecencias «de plasma» de Mariano Rajoy.

Pero como lo malo siempre es susceptible de empeorar, Iglesias contraofertó accediendo a acudir al plató junto a otros cuatro responsables de Podemos. La oferta era inaudita y dejó estupefactos. Peor aún: sembró la sensación de que Iglesias necesitaba rodearse de una «guardia pretoriana» para acceder a la entrevista.

La respuesta de Mediaset consistió en declinar la propuesta «de locos» de Podemos. Hasta ahora, Iglesias, que debe gran parte de su tirón a sus apariciones televisivas, había conseguido concesiones de las cadenas. Pero en ese asunto en concreto no se le concedió crédito.

El problema es que desde Podemos consideran que hay una campaña contra el partido. Pero, ¿es así o se trata de que la posibilidad de convertirse en una alternativa de gobierno ha subido el listón hacia quienes comenzaron como «tribunos del pueblo»?

Otra cuestión al margen de eso es que desde la formación de Iglesias han detectado como algunos medios «progresistas», anteriormente favorables o no hostiles a Podemos, han mutado su línea al respecto.

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