El barómetro de opinión, publicado el 5 de noviembre por el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), fue demoledor para los partidos tradicionales (PP y PSOE). Por el contrario, para Podemos fue «una puerta hacia el cielo».
Asistimos a un cambio en el tablero político más que evidente; tres cuartas partes del electorado se reparten entre tres partidos distintos que además se reparten de forma más o menos parecida el porcentaje de votos, «adiós al bipartidismo«.
Pero, ¿Cómo se manifiesta la «cocina del CIS»? El término «cocina» es utilizado en la jerga politológica para denominar a la metodología y la forma en la que se realizan los estudios sociopolíticos. Así, el CIS nos dice que el escenario que se abre es más incierto que nunca y que el ascenso de Podemos puede verse mermado en los próximos meses si los partidos tradicionales reaccionan a tiempo.
La prudencia con la que los portavoces/líderes de Podemos se han manifestado sobre este barómetro, la volatilidad de las estimaciones de voto y de la simpatía hacia los partidos, la capacidad del sistema electoral de desvirtuar los porcentajes de voto estimado y el elevado porcentaje de indecisos plasmado en el sondeo (36%) son varios de los argumentos sobre los que la «cocina» muestra sus incertidumbres ¿Qué pasará? ¿Cuál será el resultado final del banquete?
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— DBermúdez (@DBermudezRM) diciembre 3, 2014