LA Inspección de Trabajo ha propuesto multar al secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, con hasta 25.000 euros
LA Inspección de Trabajo ha propuesto multar al secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, con hasta 25.000 euros por una falta muy grave consistente en haber privado de Seguridad Social a un trabajador que le asistía.
Para un abanderado de los derechos sociales y la lucha contra la corrupción, la propuesta de la Inspección debería ser suficiente para que presentara su dimisión.
Lo peor de todo es la reacción de Echenique, que anuncia que va a impugnar el acuerdo sancionador porque quiere defender a todas las personas dependientes. Enfrascado en argumentos leguleyos, se defiende diciendo que su relación con el asistente no era laboral, sino la propia de un autónomo con su cliente.
Este dirigente de la izquierda social se abraza al ejercicio capitalista de las profesiones, pero de manera un tanto fraudulenta, queriendo transformar en relación mercantil lo que era laboral.
En cuanto pueden pasan de Carlos Marx a la Escuela de Chicago.
Habrá que ver la reacción de los compañeros de Pablo Echenique en Podemos cuando se lamenten de los recortes al Estado de Bienestar megáfono en mano, o en la tribuna del Congreso de los Diputados.
Con muchos como Echenique, la Seguridad Social se va a pique y los trabajadores, al precario social. Es llamativa la cantidad de problemas de estos dirigentes de Podemos con el dinero. Espinar, Echenique y Monedero, por citar algunos, suman episodios, como mínimo, poco claros en su rendición de cuentas con el Estado.
El ruido que provoca Podemos en las calles y en el Parlamento pretende tapar su vacío ideológico, pero también las sombras que rodean a algunos de ellos.
Echenique es el candidato perfecto para que Podemos aplique su rigor ético, el mismo con el que pide dimisiones inmediatas, presenta mociones de censura temerarias y pasea por España un autobús a la medida de sus méritos.
