Eran muy pocos y nadie daba un euro por ellos (Carta ‘navideña’ de Santiago Abascal a Pablo Iglesias: «Lo tienes crudo»).
Ni siquiera los medios de comunicación, que tanto aire dan a los zarrapastrosos de Podemos y a los apostoles del separatismo catalán, les prestaban la mínima y obligada atención, pero llegó el 2 de diciembre, Santiago Abascal y los suyos pegaron una patada al tablero electoral en Andalucía y todo ha cambiado (VOX sacude a Canal Sur por la carísima horterada de irse a dar las campanadas desde Nueva York).
No fue aventurado predecir que las elecciones andaluzas serían la antesala de las futuras citas con las urnas (¿Sabías que 2019 comienza con PP, Cs y VOX sumando por lo menos el 50% de votos?).
La vigorosa irrupción de VOX, el hundimiento del bloque de izquierdas PSOE-Podemos, la caída del PP y el ascenso de Cs en Andalucía propician un escenario que presumiblemente se va a repetir en el tablero político nacional (¿Todavía no has visto este vídeo con el que VOX felicita el 2019?).
Así se deduce de la encuesta que hoy publica ‘El Mundo’ en la que se refleja que si se celebrasen ahora elecciones generales se reproduciría casi como un calco el patrón andaluz (El favor que le hace Iglesias a VOX al reírse de Abascal por ser llamado «gañán facha»).
De hecho, cabe la misma conclusión: una alianza del centroderecha de PP y Cs con Vox suma la mayoría absoluta para formar Gobierno ante el enorme revés electoral de Podemos y la incapacidad de Pedro Sánchez para beneficiarse del declive del partido de Iglesias y para sacar rédito del escaparate que siempre proporciona La Moncloa (VOX no aceptará los acuerdos firmados por PP y C’s para impulsar leyes de género en Andalucía).
Así, el PSOE ganaría en unas generales, pero apenas aumentaría el porcentaje de votos cosechado en 2016, evidenciándose sus problemas para aumentar su base electoral. Los ciudadanos no perdonan los bandazos programáticos ni las promesas inclumplidas de un presidente al que penalizan su peligroso conchabeo con el independentismo y su falta de autocrítica.
El último ejemplo, el atronador silencio oficial ante la ignominiosa cena navideña de la secretaria general del PSOE vasco, Idoia Mendia, con Arnaldo Otegi. Un bochornoso mutis que este 2 de enero de 2019 denuncia el ex presidente de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
No sorprende por todo ello que Sánchez sea el líder de partido al que le otorgan la peor nota sus propios votantes. Para el PSOE, además, es especialmente preocupante que apenas capitalice la pérdida de apoyo de uno de los partidos más perjudicados en el nuevo escenario político: Podemos.
La formación de Pablo Iglesias, el dirigente con representación parlamentaria peor valorado, padecería una torrencial fuga de casi 30 escaños.
Al igual que en Andalucía, la derecha radical entraría con fuerza arrolladora en el Parlamento, con hasta 45 escaños. Una más que notable presencia que volvería a otorgar a Vox la llave de un Gobierno de centroderecha.
Por su parte, la formación de Albert Rivera, que sigue siendo el candidato mejor valorado, duplicaría su número de diputados y podría convertirse en la tercera fuerza, con 70.
El ascenso de estos dos partidos tiene como principal damnificado al PP. La formación de Casado sufriría un descalabro:frente a los 137 diputados que tiene hoy, caería hasta los 70.
Si bien su liderazgo ha servido para que el PP pueda descabalgar a los socialistas de la Junta, de momento no logra taponar el boquete abierto en su espacio electoral. Y, si se reeditara un pacto como el andaluz, no estaría en una situación fácil para reclamar la Presidencia.