La imagen pudo haber sido toda una viñeta. El diputado de ERC, Joan Tardà, y el de IU-ICV, Joan Herrera abandonaban charlando el patio del Congreso hasta que se toparon con que, desde una zanja próxima, y en clara refererencia al diputado independentista, alguien gritó: «¡Viva España! Hijo de Puta».
La voz de la calle puede ser cruel como lo refleja este Nos cuentan… de El Mundo. «Los dos diputados catalanes siguieron caminando como si no hubieran escuchado nada. Un parlamentario socialista, que iba detrás, no pudo contener la risa». Las zanjas españolistas que rodean el Congreso no saben de eufemismos. Tampoco de coches oficiales, dietas y sueldos obscenos.