A pesar de la abstención, el portavoz de CiU en el Congreso se mostró muy crítico con Zapatero
El Gobierno Zapatero ha logrado casi de milagro sacar adelante en el Pleno del Congreso el decreto ley del ‘tijeretazo‘. Lo ha conseguido gracias a la benevolencia de CiU y por un sólo voto de diferencia.
Los votos del PSOE -169- han superado por uno solo – a los «noes» de los 153 escaños del PP, 6 del PNV, 5 de ERC-IU-ICV, 2 del BNG y las parlamentarias de Na-Bai y UPyD.
La abstención de CiU ha sido decisiva para que salga adelante. El bote salvavidas catalán mereció los aplausos de la bancada socialista a lo que Durán respondió: «No me aplaudan porque no estoy de acuerdo con ustedes».
El Gobierno ha logrado así dar ‘luz verde’ a un paquete de medidas que incluye algunos recortes sociales, como la rebaja de los sueldos de los funcionarios o la congelación de las pensiones en 2011, salvo las mínimas y las no contributivas.
Con este decreto, el Ejecutivo pretende reducir el gasto público en 5.250 millones en 2010 y en 10.000 millones el próximo año, lo que supone 1,6 puntos del PIB y debería permitir acelerar así la senda de consolidación fiscal, como ha demandado Bruselas, con la vista puesta en volver a un déficit del 3% en 2013.
APOYO CATALÁN
CiU anunció en boca de su portavoz en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran Lleida, su abstención en la votación del decreto ley, lo que permitió dar luz verde a las medidas contra el déficit.
Según Durán, la responsabilidad de la federación era abstenerse, ya que «si no se aprueba este real decreto los funcionarios estarán en peores condiciones incluso para cobrar su nómina. No puedo sustraerme de la realidad, todos debemos ser conscientes de ello».
- «No quiero que España sea intervenida como Grecia –añadió- porque el precio político que va a pagar los funcionarios y los pensionistas va a ser superior»
A pesar de la abstención, el portavoz de CiU en el Congreso se mostró muy crítico con Zapatero, a quien sugirió una agenda -a juicio de Duran, inevitable- para los próximos cinco meses:
- «Haga los deberes, deshaga lo que ha hecho mal, que es mucho, y cuando lleguen los presupuestos y no pueda sacar, convoque elecciones»
- «Su etapa, señor presidente -concluyó-, está ya finiquitada»
La abstención de CiU dejó el marcador a 169-168, un cálculo que estuvo a expensas de ausencias de última hora y de posibles despistes electrónicos.
Zapatero y Salgado llevaron personalmente las conversaciones con CiU para intentar evitar que el decreto se caiga, y los diputados del grupo nacionalista catalán estuvieron debatiendo su postura hasta última hora de ayer.
Fuentes de la Moncloa citadas por El Periódico explicaron que Zapatero argumentó a los nacionalistas catalanes que el veto al plan de ajuste sería un mensaje pésimo para los mercados y cara a los socios europeos, puesto que el Ejecutivo se ha comprometido, junto con los otros gobiernos de los Veintisiete, a controlar el déficit público.