La Comisión de Trabajo e Inmigración del Senado rechazó hoy, con 26 votos en contra, ninguna abstención y ningún voto favorable, los dos vetos presentados por ERC e ICV a la reforma laboral que se debate hoy en la Cámara Alta.
El senador de ERC Josep María Esquerda reprochó al Gobierno que haya concedido cantidades ingentes a las entidades financieras, recursos que -dijo- «son de todos», y añadió que ahora «que se ha estabilizado el sistema financiero» se pretende reducir parte del déficit del Estado con unas medidas «inaceptables» para los trabajadores.
Calificó la reforma laboral de «gran sarcasmo» porque repercute en los derechos políticos, sociales y económicos de los trabajadores, y subrayó que ERC quiere una ley que favorezca la creación de empleo.
El senador de ICV Jordi Guillot coincidió en que con esta reforma el despido se hace más «rápido, fácil y barato», además de que no favorece la negociación colectiva y atribuye a empresas con ánimo de lucro funciones que corresponden a los servicios de empleo público.
La reforma laboral es «uno de los peores atentados a los derechos laborales», subrayó el senador de ICV, quien añadió que no resolverá la crisis del desempleo y además reducirá en una media del 53% los costes del despido.
La senadora del PSOE Matilde Fernández defendió que cuando no hay acuerdo entre los agentes sociales «hay que ir al Parlamento».
«No hemos tratado de hacer una ley Ómnibus», dijo Fernández, quien especificó que sólo se ha puesto en la ley de la reforma laboral lo que ya se propuso en la mesa negociadora a patronal y sindicatos.
