El portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran i Lleida, tiró hoy de refrán para referirse al veto de su homólogo de IU, Gaspar Llamazares, a la enmienda transaccionada por PP, PSOE y los nacionalistas catalanes para ampliar el consenso en torno a la reforma de la Constitución. Según apuntó con visible decepción, «lo que mal empieza, mal acaba».
No obstante, en estas declaraciones que hizo en los pasillos del Congreso a la salida de la votación, Duran se mostró más crítico con el mal comienzo de la tramitación de la reforma, que recriminó al PSOE y al PP, que al mal final que podría achacarse a Llamazares. Con éste se mostró indulgente porque las enmiendas transaccionales cuya votación vetó el portavoz de IU, aseguró, «eran simplemente técnicas».
Duran aseguró no albergar «ningún reparo» a la iniciativa de Llamazares, que dijo que sólo le duele en la medida en que no se corresponde con la cortesía parlamentaria que CiU ha mostrado, desde su punto de vista, en otras ocasiones con IU.
Por lo demás, cree que «no se ha perdido nada», y llegó a aventurar la posibilidad de introducirlas en el Senado, si bien esto podría provocar un retraso que impediría la aprobación de la reforma del artículo 135 de la Constitución antes del final de la legislatura, el próximo día 26.
El portavoz de CiU centró sus críticas en los dos partidos mayoritarios, asegurando que «las cosas no se han hecho bien y lo que no se hace bien no acaba bien». Insistió en que es un «gravísimo error» que el PSOE y el PP hayan pactado la reforma entre los dos. «Ellos se lo han guisado y ellos se lo van a comer», enfatizó, declarándose «pesimista» acerca de un posible cambio de actitud en el Senado.
Todo ello, aclarando que CiU está «plenamente de acuerdo en el principio de estabilidad presupuestaria», aunque matizando que era «más dudoso» el que fuera necesario introducirla en la Constitución. También cuestionó la urgencia de aprobar una reforma constitucional y la posterior ley orgánica que no va a entrar en vigor hasta 2020 y, además, «no va a calmar a los mercados» si no se afrontan otras «reformas estructurales».
