El presidente del Congreso, José Bono, llamará al expresidente de esta Cámara, Manuel Marín, para tratar la polémica generada por la intención de este último de que su retrato en las Cortes sea una fotografía en lugar de una pintura.
En declaraciones a los periodistas en los pasillos del Congreso, Bono ha admitido que la fotografía «también es un arte», pero se le hace «muy duro» atender a la petición de Marín porque la colección de expresidentes en la Cámara Baja es una pinacoteca.
«Lo tenemos que pensar del mejor modo y con la mejor disposición posible», ha señalado Bono, quien por otro lado ha asegurado que en la Mesa del Congreso, «con una excepción, todos estaban en una posición más radical que la mía», es decir eran totalmente contrarios a la fotografía que quiere Marín.
En cualquier caso, ha asegurado ser «muy favorable» a atender las solicitudes de Marín y todos los expresidentes, entre otras cosas porque él se unirá a este grupo dentro de poco cuando finalice la legislatura.
La polémica sobre el retrato se conoció ayer, cuando Bono explicó que Marín quiere que dicho retrato sea una fotografía de Cristina García Rodero, pero el presidente cree que lo debe reconsiderar y avanzó que si el expresidente de la Cámara sigue optando por la foto, él no la colgará en el pasillo correspondiente.
«Si finalmente (Marín) creyera que debe enviarnos una fotografía en vez de un cuadro, como se ha hecho desde 1810, lo dejaría colocado en mi despacho para que la siguiente Mesa (del Congreso) decida qué hacen con la fotografía», dijo ayer Bono en los pasillos de la Cámara.
