El presidente del Congreso, José Bono, ha aprovechado el inicio de las últimas votaciones de la IX Legislatura para despedirse de la Cámara, dar las gracias a los diputados, deseándoles suerte a todos y dedicando especiales elogios a algunos de ellos, y esperar, mirando a los socialistas, que «los últimos sean los primeros».
«Hoy no es un día cualquiera –dijo a los diputados que esperaban las últimas votaciones de la legislatura–. Desde mañana, unos centrarán su ímpetu en renovar su acta, otros se despiden para siempre y otros quizá hasta luego».
Bono hizo repaso de estos años de presidente en los que ha habido «momentos difíciles, micrófonos indiscretos, errores, situaciones tensas», pero en los que se han estrechado relaciones y han surgido nuevas amistades.
DEL CABESTRO A LA AMISTAD
Así, aludió a las palabras del portavoz del PNV, Josu Erkoreka, previas a su nombramiento, cuando le calificó como un «cabestro», y aseguró que aquellos recelos han dado paso a una amistad entre ambos: «Si a mi llegada no dije ni mú a Erkoreka, ahora sería injusto no proclamar el afecto y la amistad trabada», reveló.
También tuvo palabras de elogio para el nacionalista catalán Josep Antoni Duran i Lleida, a quien considera «la cara amable» del nacionalismo y siempre capaz de lograr acuerdos, y para el diputado de IU, Gaspar Llamazares, cuya «honorabilidad personal es incuestionada y ejemplar».
De los diputados de Esquerra dijo tener un «magnífico recuerdo» aunque políticamente estén «en las antípodas en cuanto a la concepción de España», y a los miembros del Grupo Mixto les deseó «mucha suerte» y «mucha salud», especialmente para la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, aún convalenciente de cáncer.
En cuanto al PP, destacó la «línea de acceso cordial» que siempre ha encontrado en Mariano Rajoy y felicitó a Soraya Sáenz de Santamaría «por lo que aspira a ser: madre», en alusión a su «estado de buena esperanza».
Después se giró hacia la bancada socialista, dejando claro que les cita en último lugar porque su «inclinación cristiana» le lleva a esperar que «los últimos serán los primeros». «Gracias por soportar las cosas de Bono –les dijo–. Con placa o sin ella de la santa (Madre Maravillas), mis relaciones son y serán maravillosas con el Partido Socialista».
GRACIAS A ZAPATERO POR ELEGIRME
Y acabó centrándose en el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: «Gracias precisamente por lo que no te las den, por lo que hayas sufrido y no esté recionocido, por lo que hayas hecho en favor de España. Y, personalmente, gracias porque tú quisiste que yo haya sido el 144 presidente del parlamento de España».
Las palabras de Bono fueron recibidas con aplausos desde todos los grupos parlamentarios, aunque no todos aplaudieron. Entre ellos, el republicano Joan Tardà, que minutos antes había reclamado la libertad de Arnaldo Otegi en el hemiciclo.
Al levantarse la sesión plenaria, la última de la legislatura, Bono volvió a intervenir para dar las gracias a los funcionarios y trabajadores de la Cámara, tras lo cual todos los diputados clausuraron el Pleno con una cerrada ovación, puestos en pie.
