El diputado navarro de Amaiur, Sabino Cuadra, se encaró el 8 de marzo de 2012 en el Pleno del Congreso con la vicepresidenta primera de la Cámara, Celia Villalobos, al recibir la primera llamada de atención sobre el tiempo que le restaba en el debate sobre la reforma laboral. «Esto es un abuso», proclamó indignado, mientras Villalobos le pedía no enfadarse recordándole que aún le quedaban 30 segundos.
Amaiur, encuadrado en el Grupo Mixto, contaba con intervenir durante seis minutos pero desde la Presidencia del Congreso sólo pensaban darle cuatro y, cuando llevaba consumidos más de tres minutos, Villalobos, que entonces presidía la sesión, le hizo la primera llamada la atención al diputado navarro.
«Debe terminar», le dijo la vicepresidenta, a lo que Cuadra replicó enfadado: «Esto es un abuso que no se puede consentir». Villalobos negó la acusación y le recordó que sólo disponía de cuatro minutos. «Esto es una imposición», continuó el diputado navarro, visiblemente irritado.
Es muy sano escuchar Cuadra, dirigente del sindicato abertzale LAB, seguía gritando, desde la tribuna del hemiciclo y Villalobos optó por silenciar el micrófono y, tras varios intentos para hacerse oir, logró decir al diputado que aún le quedaban 30 segundos: «No le he dicho que se vaya –le explicó–.
Como quiera que Cuadra seguía protestando y acusando a la vicepresidenta de haberse «cargado el derecho» de Amaiur, Villalobos le aconsejó «acostumrarse a escuchar, que es muy sano». «Y usted acostúmbrese a respetar las normas que nos han dicho y no a utilizarlas a su antojo», refunfuñó el diputado abertzale, continuando ya con su discurso contra la reforma laboral.