LOS DESPILFARROS DE LOS POLÍTICOS

El Senado gasta un millón en móviles para sus señorías

Compra 440 teléfonos de alta gama para los 266 senadores y sus asistentes

Gastan también en 300 'smartphones' de gama alta

El Senado vuelve a ser objeto de críticas. Ya no sólo se alude a la escasa utilidad de un órgano que sólo refrenda lo acordado por el Congreso, sino que los detractores de la Cámara Alta esgrimen ahora los abultados gastos en que incurren los senadores.

El último de su larga lista de dispendios es el servicio de contratación de telefonía móvil durante los años 2013 y 2014. Por el contrato, que actualmente está en fase de licitación, el Senado está dispuesto a pagar 993.607 euros, tal y como se desprende del Boletín Oficial del Estado (BOE) del 20 de junio de 2012.

El servicio comprende «el suministro, instalación, configuración, puesta en marcha y portabilidad de las líneas actuales», si bien el Pliego de Prescripciones Técnicas establece más adelante que además se deberán proporcionar tantos móviles como líneas de teléfono son financiadas por el Senado.

Así, actualmente y con 266 senadores, el órgano mantiene 440 líneas telefónicas: 300 líneas son del llamado tipo 1 (con numerosas prestaciones, como llamadas y sms a números internacionales), y 140 líneas del tipo 2 (con las prestaciones básicas).

Las líneas del primero tipo recibirán un smartphone de gama media/alta, enfocado a un uso preferentemente profesional, y las restantes un móvil con menores pretensiones.

En todo caso, está contemplada la exigencia de renovar todos los aparatos a los 24 meses del inicio del contrato, es decir, en el momento en el que se prorrogue el mismo.

Resulta curioso, sin embargo, que el Senado esté dispuesto a desembolsar 421.020 euros por 440 líneas mientras el Congreso, contratando 600 líneas -400 de las cuales incluirían la entrega de un smartphone-, logró abaratar el contrato de telefonía hasta los 458.000 euros anuales, un 60% que el año anterior.

El Senado es una fuente de gastos que, en tiempos de crisis, la ciudadanía difícilmente comprende. En diciembre de 2011, se desembolsaron 417.000 euros en un cuadro de Hernán Cortés con el que se pretendía conmemorar el 30 aniversario de la Cámara desde las primeras elecciones democráticas.

También ha sido ampliamente criticado el despilfarro que supone pagar 6.000 euros por los servicios de traducción en las sesiones plenarias en las que se emplean lenguas cooficiales del Estado, habiéndose presupuestado el año pasado en este concepto 350.000 euros.

Todo ello dentro del marco de los 53 millones de euros de presupuesto del Senado para 2012.

NOTA.- leer artículo original en ‘La Gaceta’

 

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