La quiebra del Estado de derecho y de las instituciones en España es hoy un hecho que nadie cuestiona, pero que no tiene porque ser irreversible. Esto es lo que precisamente dos de los cinco co-editores de ‘¿Hay derecho?’ (Ed.Península, 2014) proponen en esta entrevista en Periodista Digital. Ignacio Gomá Lanzón y Fernando Gomá Lanzón analizan con precisión milimétrica cuáles son las carencias que afectan al actual sistema de derecho en España
SINOPSIS
¿Es España de verdad un Estado de derecho? El imperio de la ley, ¿es realmente lo que define, enmarca y condiciona nuestras relaciones de convivencia? La justicia, sus protagonistas y las instituciones judiciales, ¿son las que nos merecemos? Y sobre todo: ¿están a la altura de lo que demanda la sociedad española?
Nadie discute que en España el Estado de derecho atraviesa hoy una situación delicada. Todo el entramado institucional creado para salvaguardarlo, desde el proceso inicial de generación de normas hasta su aplicación final por la judicatura o por la Administración Pública, está amenazado de derribo y se muestra en ocasiones demasiado débil para taponar las grietas por las que se filtran los intereses particulares de los más poderosos o simplemente de los más desvergonzados.
La defensa del Estado de derecho pasa por obligar a nuestros dirigentes a tomar conciencia de su responsabilidad, denunciando sus excesos y sus carencias si es necesario, que es justo lo que hacen en este libro varios de los editores del blog jurídico más importante de nuestro país. Porque depende de nosotros conseguir que vivamos en un Estado que respete los compromisos adquiridos entre todos y en el que se pueda decir, sin reparos, que sí hay derecho.
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Nosotros, como juristas, que estamos en el día a día, observamos un deterioro de uno de los pilares fundamentales de lo que es el constitucionalismo. La democracia es la materia, pero el estado de derecho es la forma. Para que tengamos un estado constitucional avanzado es necesario que haya una representatividad, pero que ésta se haga a partir de normas que se cumplan. Sin eso, tendremos una democracia de baja calidad porque eso nos puede conducir a sociedades donde no querríamos vivir (Ignacio Gomá Lanzón)
El Estado de derecho es un término técnico y complicado, pero para resumirlo, el Estado de derecho significa que las leyes obligan a todos, a los ciudadanos y al poder fáctico y al político. Lo que se está deteriorando es que el ciudadano se ve claramente obligado, pero no tanto así los poderes (Fernando Gomá Lanzón)
No hay soluciones mágicas y además es casi una redundancia, nosotros no proponemos soluciones, esto no es un jeroglífico que le das la vuelta para ver la solución. Se trata de proponer márgenes de mejora. No hay solución, pero sí hay salidas. Proponemos una serie de ideas para que sea el ciudadano el que tome más conciencia, que tome las riendas de su propio destino y podamos controlar al poder político. La única solución para tener ese margen de mejora es entender lo que pasa y que cada uno actúe en consecuencia según sus propias convicciones (Fernando Gomá Lanzón)
Son problemas complejos, no es una cuestión exclusivamente de políticos. Es indudable que el mundo, desde hace 40-50 años, se ha hecho mucho más complejo. Antes los roles eran más claros, la economía más sencilla. Incluso el mundo también se ha complicado desde un punto de vista individual. Ahora las prioridades de la gente ha cambiado (Ignacio Gomá Lanzón)
En el tema de la Infanta, si se quiere ser serio, hay dos cuestiones, ver primero el sumario, si se ha hecho correctamente y por el otro lado las interpretaciones. No es imposible pensar que en algún tema importante haya habido alguna disfunción en la Justicia, porque lo que vemos es que el poder ha conseguido dominar el ámbito legislativo y judicial. No hay suficiente independencia para que quienes tienen que desarrollar su trabajo (Ignacio Gomá Lanzón)
En relación con lo de la Infanta, es verdad que no todo es blanco o negro. La Infanta está imputada con todo lo que queramos hablar. Hay un juez que ha imputado a la hija del Rey, ahora hermana del Rey. Valoremos también esto. Esto no habría ocurrido con una Justicia completamente sujeta al poder político (Fernando Gomá Lanzón)
La Transición es un gran logro, quizá la evolución ha sido muy rápida y hay algunas cosas que están en el papel y hay que recuperarlas. No digo que no haya que ir a la calle (Ignacio Gomá Lanzón)
Es inevitable que la siguiente generación no aprecie los logros de la anterior. Los que han vivido la Constitución, saben lo que es. Los que están ahora, les cuentan lo que fue. Es difícil apreciar lo que tienes salvo cuando desaparece (Fernando Gomá Lanzón)
Puede que la Constitución no la aprecien, pero lo que la gente nota son las disonancias cognitivas, que pone una cosa en el papel y resulta que hacemos otras. Usamos en el libro una expresión, la de la ‘Constitución a lo Walking Dead’. Es un zombi porque formalmente es correcta, dice cosas que son totalmente defendibles. La cuestión es si en la práctica eso es así. El espíritu lo tiene la Constitución, lo que pasa es que no se cumple. Es una Constitución que está más muerta que viva (Ignacio Gomá Lanzón)
Antes de reformar la Constitución, habría que ver qué se quiere reformar, hace un análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades). Decir que hay que reformar la Constitución es un lugar común, lo que hay es que presentar una propuesta de reforma de la Constitución, para lo que tiene que haber un consenso generalizado, pero no sólo de los partidos, sino también de las instituciones (Fernando Gomá Lanzón)
Hay una tendencia en España en entender que todos los problemas se arreglan con el BOE, como no vamos bien, vamos a hacer otra ley (Ignacio Gomá Lanzón)
A un colaborador nuestro, López-Medel, le llamaron la atención porque aplaudía poco las intervenciones de su grupo político (Ignacio Gomá Lanzón)