Las altas temperaturas registradas en las calles de Madrid el 13 de mayo de 2015 han llegado por breves momentos al interior del Hemiciclo. Quitando unos pocos, e intensos instantes, el ambiente ha sido muy frío en la Cámara Baja en la última sesión de control al Gobierno previa a las elecciones municipales y autonómicas del día 24 de mayo de 2015. Eso sí, ha habido ocasión para algún duro enfrentamiento.
Ausente la vicepresidenta del Gobierno, no hubo pie para el habitualmente bronco y entretenido cara a cara entre Sáenz de Santamaría y el socialista Antonio Hernando. Se compensó con el enfrentamiento entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. El registrador de la propiedad que vive en La Moncloa y el caballero de la blanca camisa y triste figura se reprocharon mutuamente el dedicarse a leer lo que otros escriben. En la cúpula del PP y del PSOE han descubierto que el partido rival cuenta con eso que conocemos como ‘negros’ pero que la cursilería política prefiere llamar ‘speechwriter’.
Sánchez arrancaba con un «si no leyera los papeles que le escriben, sino que hablara con el corazón…», como si uno no pudiera improvisar con la mente fría sin ‘escuchar’ a su músculo cardiaco. El socialista, en una intervención que a este cronista le trajo a la mente una de las más célebres citas de Ronald Reagan –«Recesión es cuando tu vecino pierde su empleo. Depresión es cuando tú pierdes el tuyo. Recuperación es cuando Jimmy Carter pierde el suyo»–, le lanzó un aviso cuando hablaba de los jóvenes que no tienen trabajo:
No se sorprenda si dentro de muy poco, muy poco, a quien van a dejar sin empleo es a usted y a todo su Gobierno.
Rajoy respondió con dureza al socialista:
Mis papeles los escribo yo, señor Sánchez. No soy como usted, que lo vimos en el Debate sobre el estado de la Nación, leyendo una réplica.
Negó la cifras de jóvenes que han salido de España que había dado Sánchez y ahí entró a matar presentándole como un iletrado.
Es bueno que escriba usted los papeles, para lo cual es conveniente que lea antes algo.
Al concluir el cara a cara el Hemiciclo se convirtió en un gallinero. La bancada del PP rompió en aplausos y ovaciones. Rajoy lo agradeció mirando hacia atrás y levantando la mano a modo de saludo. Eso sí, mantenía un rostro serio. Desde las filas socialistas trataron de replicar con abucheos y gritos.
La socialista Meritxel Batet, casada con el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, se ha lanzado al cuello del ministro de Justicia: «Propone su Gobierno sancionar a los medios de comunicación por ejercer su derecho a la información». Se refería a la ‘reflexión’, que lanzó días antes Rafael Catalá, en el sentido de poder castigar a aquellos medios que ofrecieran noticias sobre filtraciones judiciales.
Catalá lo ha negado: «En absoluto, en absoluto». Actos seguido ha cambiado de tema y ha presumido de que el Gobierno está trabajando en «fortalecer el Estado de derecho». La socialista no ha querido soltar la presa. Le ha reprochado la postura del PP sobre el matrimonio homosexual, el aborto y el derecho de manifestación.
Dado que ese estaba hablando de libertad de expresión, le ha reprochado al gestión de TVE y ha añadido de forma contundente:
Muchísimos periodistas del ámbito de los medios privados han denunciado presiones de su Gobierno. Señor ministro, dañar la libertad de la información no es dañar cualquier libertad, porque hablar de la libertad de información es hablar de la piedra angular de nuestro sistema democrático.
Batet, casada con el padre intelectual del supuesto ‘liberalismo amable’ del PP de Rajoy, ha espetado a Catalá:
Ustedes practican un liberalismo invertido, un liberalismo invertido que es la expresión del conservadurismo más rancio y la derecha más rancia de toda Europa.
La respuesta de Catalá nos hace temer que al final va a haber sanción a los medios que publiquen filtraciones judiciales, y que las va a haber con apoyo socialista:
Sería muy bueno que ustedes informasen a la Cámara, porque igual no lo saben, sobre cuál es la posición que está manteniendo el Grupo Socialista en el Parlamento Europeo con ocasión de la directiva de presunción de inocencia. Porque lo están haciendo muy bien, ahí en el Parlamento Europeo, diciendo que no hay que permitir que haya juicios paralelos, que haya condenas anticipadas, hay que conectar el derecho a la información con los derechos individuales.