Pedro Sánchez salió en tromba en su discurso de réplica a Pablo Iglesias y le soltó dos zascas como la copa de un pino nada más tomar la palabra.
Para empezar, al hilo de las palabras de elogio del líder de Podemos hacia Arnaldo Otegui y su liberación, el del PSOE fue muy claro al respecto:
La libertad de Otegi es una buena noticia para los demócratas. Nadie debería ir a la cárcel por sus ideas
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) 1 de marzo de 2016
Le recordó el caso del concejal socialista Isaías Carrasco asesinado por ETA:
Isaías Carrasco fue asesinado por aquellos etarras a los cuales ayer usted dijo que eran presos políticos. El próximo lunes (7 de marzo de 2016) se cumplen ochos años del asesinato de Isaías Carrasco, un trabajador asesinato por ETA. Por aquellos que Iglesias dijo ayer que eran presos políticos.
Sánchez arremete con dureza contra Iglesias por hablar de Otegi como «preso político» https://t.co/Mr4UFI5VsN pic.twitter.com/TN0ZNZ5Ykl
— Europa Press (@europapress) 2 de marzo de 2016
Asimismo, con el tema de Cataluña, tampoco se anduvo por las ramas:
Si tenemos que plantear una propuesta y acuerdo sobre Cataluña yo creo que es mucho mejor plantear una reforma de la Constitución para que los catalanes voten que un referéndum. No estamos en absoluto de acuerdo en romper España.
Y le remató por su postrero respecto a ir de progresista y luego votar en contra de la investidura del líder del PSOE:
No hace falta que vaya dando lecciones de buen socialista, tan sólo basta con que no vote con ellos.
EL CABREO DE MONA DE FERIA DE PABLO IGLESIAS
En su dúplica, Iglesias mostró su verdadera cara al criticar abiertamente a Sánchez por haberle escupido a la cara sus elogios a la banda terrorista ETA y, más en concreto, a la liberación de Arnaldo Otegui:
Usted ha tenido una actitud miserable al utilizar la memoria de las víctimas del terrorismo para atacar a un rival político. Ha hecho hoy una cosa grave: utilizar la memoria de las víctimas del terrorismo para atacar a un rival político. Es una actitud miserable e impropia de quien quiere ser presidente del Gobierno.