Ocurrió cuando descendían este jueves 28 de junio de 2018 del Mercedes-Benz que les trasladó hasta el centro de eventos Mas Marroch del Celler de Can Roca, el lugar que los tres afamados hermanos Roca pusieron a disposición de la Corona la entrega de los galardones de la Fundación Princesa de Girona. (El discurso más condenable en TV3 de la rabiosa alcaldesa que anima a dar golpes al Rey).
En torno a las 18:25 horas, caía una fina llovizna que sorpendió a la reina Letizia, que vestía su vestido rojo español de Carolina Herrera, sandalias de Magrit, pendientes de diamantes y una coleta rizada al más puro estilo Jennifer Lopez o Ariana Grande. (Los datos confidenciales sobre la reina Letizia que muy pocos conocen fuera de Casa Real).
Así, la esposa de Felipe VI, hizo uso de un paraguas azul a fin de evitar que se estropease su original peinado, mientras en una carpa les esperaban los altos cargos de la fundación para darles la bienvenida. Por hacerle el camino más fácil, el rey agarra en ese momento el mango del paraguas con el único propósito de ayudarla, o lo más seguro de encontrar cobijo. (El secreto sobre Felipe VI que desvela Pilar Urbano y que hiela la sangre a doña Letizia).
En unos segundos de tensión, Letizia, con la sonrisa forzada, clava la mirada sobre la pupila de su marido, dándole un corte de mucho cuidado.
No le quedó, por tanto, otro remedio al monarca que ponerse a cubierto bajo la citada carpa. Solo cuando doña Letizia estuvo también bajo techo se decidió a soltar el paraguas para dárselo a uno de los asistentes.
Esta situación recuerda, en parte, a la vivida en 2017 en el concierto que se celebra la víspera de la entrega de los premios Princesa de Asturias. En aquella ocasión, doña Letizia también se negó a permitir que nadie le sujetase el paraguas, ni lo compartió con don Felipe, aunque ello supuso una cierta dificultad a la hora de saludar al resto de invitados.
