Desde el primer minuto lo intentó Gabriel Rufián, el socio de golpistas independentistas, que se presentó por parte de su grupo ERC como portavoz en la Comisión de Investigación a la financiación ilegal del PP este 10 de abril de 2018, sin intención de conseguir nada al respecto más allá de montar un pollo descomunal para salir en las televisiones. Y lo logró.
Rufián hizo alarde de toda su impertinencia, llegando a dar vergüenza ajena y rozando la expulsión de la sesión por parte del presidente de la Comisión, Pedro Quevedo (Nueva Canarias), que haciendo un descomunal alarde de autocontrol consiguió no echar al infecto político de la sala, que habría supuesto su triunfo total.
Que Esperanza Aguirre estuviera como compareciente era un plato demasiado exquisito para Rufián como para desaprovecharlo en preguntas y respuestas, de modo que se dispuso a insultar y sacar de quicio a todos los diputados presentes en la sala, haciendo gala de una chulería bochornosa.
«Yo soy un pringado y de barrio» se apresuró a decir en una ocasión este tipo que es representante de todos los españoles en el Congreso.
Pero el lío tremendo llegó en cuanto arrancó la intervención el secesionista…
«¡Eres un faltón!» Le decían los diputados del PP, y Rufián entraba al ‘tú más’ mediocre y penoso:
«¡Ya, no como tú!» Se giraba a la bancada popular Rufián.
Se veía obligado a la primera bronca Pedro Quevedo:
«¿Pero esto qué es? Usted ha empezado, no le llame palmeros a los representantes de un grupo político, ni se mofe permanentemente de lo que le apetece… ¡Desconéctenle el micro, hombre! Usted le llama palmeros a los que palmean, y aquí no ha habido palmas ni aplausos. Le ruego que se abstenga de montar el pollo de los que está usted acostumbrado a montar.»
«Cálmese señor Presidente…» Ese es el nivel de Rufián, la falta de respeto no solo a las instituciones, sino también a sus mayores. Es lo más chabacano que se ha visto en el Congreso en años.
Metió entonces Rufián una pregunta sobre los políticos catalanes encarcelados provisionalmente, y Aguirre la esquivó devolviéndole otro puño al mentón, y se lió:
Usted quiere sacar este asunto, pero es una lástima que no me pregunte por la detención de los CDR… Me alegro mucho que a sus compañeros les hayan detenido por terrorismo…
Y bulla:
Rufián: ¿Considera terroristas a la gente que vota? ¿A la gente del DCR?
Aguirre: Yo no, la Guardia Civil…
Quevedo: Será posible señor Rufián, ¿pero usted qué quiere, que le haga salir? Porque a lo mejor le gusta esa foto…
Rufián: ¡Acaba de llamar terroristas a cargos electos catalanes! ¡Acaba de llamar terroristas a cargos electos catalanes!
Quevedo: Le voy a advertir. Aquí estamos en una Comisión de Investigación sobre la supuesta financiación irregular del PP. ¡Y ahora usted se va fuera y procede en consecuencia!
Rufián: ¿Me está echando? ¡Acaba de llamar terroristas a cargos electos catalanes! ¿Le parece medio normal?
Quevedo: Es que aquí quien siembra vientos recoge tempestades. Usted produce esto intencionadamente.
Rufián: Se está retratando… ¡No me dé lecciones sobre preguntas sobre corrupción! ¡Usted es el PSOE y se le nota bastante!
Terminada la brutal bronca, el diputado portavoz del PP hizo una intervención anunciando la queja con la que van a proceder por la impertinencia y falta de profesionalidad del infecto independentista:
Nuestro grupo va a presentar una queja a la Mesa, es inaceptable, en nombre de mi grupo quiero pedirle disculpas a la compareciente por lo que ha tenido que vivir del señor Rufián, ha sido impresentable, una zafiedad de intervención que no merece la dignidad de esta cámara ni del compareciente.
Esperanza Aguirre se parte la caja a cuenta del diputado del PSOE