La ministra de Exteriores está negociando con el chavismo para "encauzar la situación"

La sumisión del PSOE y Podemos a Maduro: vetan una declaración del Congreso contra el tirano venezolano

Los socialistas y comunistas evitan repudiar la expulsión de la embajadora de la UE en Caracas y las amenazas directas contra el embajador de España, Jesús Silva

La sumisión del PSOE y Podemos a Maduro: vetan una declaración del Congreso contra el tirano venezolano
Nicolás Maduro y Pedro Sánchez PD

El PSOE y Podemos están sumisos al régimen de Nicolás Maduro.

A pesar de las amenazas del régimen contra el embajador español en Caracas Jesús Silva, el Gobierno de Pedro Sánchez metió ‘el rabo entre las piernas’ y evitó molestar al dictador venezolano.

Justamente, el PSOE y Podemos impidieron que el Congreso de los Diputados realizase una declaración institucional de condena contra el dictador venezolano Nicolás Maduro, tras la expulsión de la embajadora de la UE en Caracas, Isabel Brilhante Pedrosa.

El Partido Popular presentó una propuesta con cinco puntos, donde se indicaba el “más enérgico rechazo” a la expulsión de la embajadora de la UE en Venezuela decretada por el régimen venezolano.

Además, indicaba que la decisión del chavismo es la “respuesta a las sanciones dispuestas por la UE contra altos funcionarios responsables de violaciones de derechos humanos, torturas, represión política y colaboración con el crimen organizado”.

En segundo lugar, los ‘populares’ respaldan la denuncia formulada por el alto representante de la UE para la Política Exterior, el español Josep Borrell, afirmando que “estas decisiones reducen al mínimo el espacio democrático en el país y crean obstáculos adicionales para la resolución de la profunda crisis política en Venezuela”.

En tercer lugar, condena los insultos proferidos por Nicolás Maduro Moros al tildar a la UE de “supremacista”, “colonialista” y “soberbia”.También califica de “inaceptables tanto la acusación de que la Embajada de España estuviera implicada en la ‘Operación Gedeón’ como las amenazas de expulsión recibidas por Jesús Silva, Embajador de España en Venezuela”.

“La Embajada de España en Caracas juega un papel primordial en la defensa de los derechos humanos de disidentes pacíficos venezolanos como Leopoldo López, quien en virtud del derecho internacional ha recibido refugio en la Embajada en condición de huésped, al estar en riesgo su vida”, añade el texto.

En quinto lugar, reitera su “reconocimiento a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y expresa su afecto, apoyo y solidaridad hacia los venezolanos de bien que, de forma pacífica y democrática siguen sufriendo la represión política, el colapso económico y la crisis sanitaria dentro de Venezuela, así como hacia los más de seis millones de venezolanos que, por las mismas circunstancias, se han visto obligados a abandonar su país».

A pesar de que los cinco puntos propuestos por el PP son una defensa de la soberanía de España y un apoyo a la lucha democrática en Venezuela, el PSOE y Podemos optaron por no incomodar al régimen de Nicolás Maduro. Ese al que se acerca, cada día, un poco más.

La cobardía del Gobierno

A pesar de las presiones y amenazas del chavismo a España y la UE, Arancha González Laya reconoció a laSexta este 1 de julio de 2020 que el Gobierno del PSOE-Podemos ‘agachó la cabeza’ para evitar molestar a la dictadura bolivariana.

“Nosotros estamos en contacto con las autoridades venezolanas y lo hemos estado a todo lo largo del día de ayer (30 de junio)”, comenzó explicando la ministra de Asuntos Exteriores.

A lo que agregó la tímida respuesta de socialistas y comunistas a las amenazas recibidas desde el Caribe:

“Se ha llamado a consulta al Embajador venezolano acá en Madrid para expresar nuestra preocupación y para buscar encauzar una situación que nos parece se resuelve mejor a través del diálogo que con expresiones como la expulsión de un representante diplomático que busca construir relaciones, paz y concordia dentro de Venezuela”.

Ante la posibilidad de que el régimen de Nicolás Maduro expulse a Jesús Silva y si se optará o no por solicitar la salida de Mario Isea en reciprocidad, la ministra dio un paso atrás para evitar molestar a la dictadura bolivariana.

“A mi no me gusta responder a preguntas hipotéticas”, se apresuró a responder.

A lo que siguió insistiendo en que “lo que hace el Gobierno de España y hace este ministerio es dialogar con las autoridades venezolanas como la mejor avenida para resolver cualquier discrepancia o diferencia que pudiera existir entre nosotros”.

Un mensaje que, al colocar al régimen de Nicolás Maduro como un par, supone una pista más de su distanciamiento con el apoyo inicial a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.

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Autor

José Antonio Puglisi

Periodista italovenezolano especializado en economía y periodismo de investigación.

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