Si Ramón Valle-Inclán levantase la cabeza, se volvía a morir ipso facto.
El esperpento perpetrado por Meritxell Batet con el asunto del ‘pateapolicías’ podemita, Alberto Rodríguez, es digno de un epílogo de ‘Luces de Bohemia‘.
La presidenta del Congreso de los Diputados retrasó a sabiendas la decisión de inhabilitar al parlamentario morado, tal y como había mandatado el Tribunal Supremo, para evitar de ese modo no tener un enfrentamiento con el socio que mantiene a Pedro Sánchez en La Moncloa.
El problema para Batet es que, como reza el clásico, las mentiras tienen las patas muy cortas.
Y ahora, tal y como publica este 27 de octubre de 2021 el diario ABC, se ha descubierto todo el pastel.
Tanto es así que 24 horas antes de tener que desposeer a Rodríguez de su escaño, la propia presidenta de la Cámara Baja reconoció a los miembros de la Mesa que ella era consciente de que el pago de la multa de 540 euros no libraba al de Unidas Podemos de la inhabilitación.
Es más, un primer informe evacuado por el secretario general de la institución de la Carrera de San Jerónimo, en el que se posicionaba en contra de retirarle el acta a Rodríguez, no convenció a la propia Batet.
El problema era que si ella daba el paso para inhabilitar al parlamentario, los de Unidas Podemos se iban a lanzar como posesos a su yugular.
Así que el martes 19 de octubre de 2021 optó por hacer como los malos colegiados y obviar un punto esencial del informe de la Secretaría General y que no era otro que advertir reiteradamente que su dictamen no era vinculante y que en muchas ocasiones la Presidencia del Congreso ha ignorado los criterios de los servicios jurídicos parlamentarios.
¿OBJETIVO? EVITAR UN ENFRENTAMIENTO CON EL PARTIDO DE IONE BELARRA
Por tanto, Batet se quedó únicamente con la parte que a ella políticamente se adecuaba a sus pretensiones y así evitar un enfretamiento con el partido de Ione Belarra.
Sin embargo, una jornada después, el 20 de octubre de 2021, la presidenta de la Cámara Baja tenía sus dudas con mantener el escaño al ‘pateapolicías’.
Leído con profusión el oficio del Supremo, la cosa no tenía más vuelta de hoja. El problema es que ya se había metido en el charco y ahora recular para salir del mismo sin que se notara era prácticamente imposible.
Por eso, el 21 de octubre de 2021, intentó que PP y VOX respaldaran la decisión de pedir una aclaración de la sentencia al Supremo.
Ambas fuerzas no le hicieron el caldo gordo, pero aun así Batet se lanzó de hoz y coz a solicitar que el Alto Tribunal le aclarase si debía o no inhabilitar a Rodríguez.
El juez Manuel Marchena, harto de las vacilaciones de Batet, respondió el 22 de octubre de 2021 y fue tan precisio en sus explicaciones que a la presidenta del hemiciclo no le quedó otra que ‘decapitar’ al diputado podemita.
Obviamente, desde las filas de Unidas Podemos no se recibió con agrado esta decisión y ante los ataques recibidos por Batet, esta volvió a ahondar en el esperpento.
El 25 de octubre de 2021 decidió reclamar otro informe a la Secretaría General del Congreso que justificase la inhabilitación de Alberto Rodríguez.
Ese paso llamó poderosamente la atención de todos los partidos integrantes de la Mesa del Congreso porque, justamente, Batet reclamaba al mismo órgano que presentara un texto diametralmente opuesto al del 19 de octubre de 2021, donde se afirmaba que no había motivos para inhabilitar a Rodríguez.
