Nueva cortina de humo.
El caso Mediador ha golpeado fuertemente al PSOE, algo que no esperaban de cara a las próximas elecciones de mayo. Y para intentar distraer sobre este nuevo caso de corrupción, que involucra drogas y prostitutas, los socialistas solicitaron un estudio para la Comisión Mixta de Adicciones en el Congreso.
Así lo devela el periodista Carlos Cuesta en Libertad Digital, que señala el cinismo de los socialistas que mientras el escándalo tomaba vuelo, el Grupo Parlamentario Socialista realizaba la petición tres días después de que Juan Bernardo Fuentes, el parlamentario del PSOE ahora conocido como Tito Berni, y presunto cabecilla de la trama de corrupción, entregase su acta de diputado. De acuerdo a las pruebas aportadas por el llamado Mediador, era quien organizaba las juergas con prostitutas y cocaína, para agracias a los empresarios.
Cuesta explica que para los socialistas esta comisión debe establecer «un mayor estudio destinado a la detección precoz de los casos problemáticos», advirtiendo del papel de «las tecnologías de la información y comunicación» y señala a población «infanto-juvenil» como los más vulnerables.
Los socialistas argumentan la solicitud estableciendo que «la Estrategia Nacional sobre Adicciones 2017-2024, incorpora a su ámbito de actuación las denominadas «adicciones comportamentales» o «adicciones sin sustancia» que la doctrina asocia con aquellas que suponen la pérdida de control sobre una conducta que genera la aparición de consecuencias adversas y una falta de resistencia al impulso o tentación de realizar un acto dañino para si mismo o para otros».
En el texto reconocen que esas adicciones «han irrumpido de manera notable en los últimos años y su presencia ya se está dejando notar en las demandas asistenciales. Si bien es cierto que la tipología de adicciones comportamentales es abordada como un nuevo campo por la Estrategia Nacional sobre Adicciones, su actuación se centra especialmente en el juego de apuesta (presencial y online), los videojuegos y otras adicciones a través de nuevas tecnologías. No obstante, cuando en la literatura se habla de adicciones sin sustancia incluye otras adicciones como la adicción al trabajo, adicción a las compras o al sexo, entre otras».
Ante esto, el partido de Pedro Sánchez indica que «los síntomas pueden incluir actividades sexuales repetitivas que se convierten en un punto central de la vida de la persona hasta el punto de descuidar la salud y el cuidado personal u otros intereses, actividades y responsabilidades; numerosos intentos fallidos por reducir significativamente el comportamiento sexual repetitivo y un comportamiento sexual repetitivo continuo a pesar de las consecuencias adversas o del que deriva poca o ninguna satisfacción (…) El patrón de incapacidad para controlar los impulsos sexuales intensos y el comportamiento sexual repetitivo resultante se manifiesta durante un período prolongado (por ejemplo, 6 meses o más) y causa un malestar personal marcado o un deterioro significativo a nivel personal, familiar, social, educativo, ocupacional o en otras áreas importantes de la vida».
La petición del grupo encabezado por Patxi López pone énfasis en estudiar el papel de «las tecnologías de la información y comunicación» como un factor que ofrece «al usuario un escenario ideal para la exploración de la sexualidad que, al igual que en otros ámbitos, ha producido modificaciones en la conducta sexual del individuo. Entre las consecuencias negativas, además de contribuir a la cosificación de la mujer y a la reproducción de estándares machistas, ha fomentado la adicción al cibersexo, provocada por la facilidad de acceso, la rapidez, la variedad y la percepción de mayor seguridad, potenciando la falta de control».