Es el tema del momento en lo político y la primera gran batalla entre el candidato ganador de las elecciones, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente en funciones, Pedro Sánchez.
Los resultados de las elecciones del pasado 23 de julio, ha dejado una panorama de incertidumbre en el que se hace complicado vaticinar qué va a ocurrir en el país.
Y es que el los comicios dejan una paradoja: que Feijóo sea el candidato con más apoyos pero con menos opciones reales de conformar Gobierno. Y es que el ‘voto duro’, o lo que la mal llamada ‘progresía’ se empeña en decir “la mayoría social”, arroja que el binomio de centro derecha PP y VOX, alcancen 170 diputados mientras que la izquierda, PSOE y Sumar, tienen 153. Ambos lados dependerán de los partidos nacionalistas para poder acceder conformar una Legislatura.
Lo cierto es que, a pocas horas de la Sesión Constitutiva del Congreso ninguno tiene asegurado los apoyos necesarios ni para el control de la Mesa del Congreso ni mucho menos, para la investidura. Pocas veces la presidencia del Hemiciclo ha sido tan ajustada y tan decisiva para el devenir político. El resultado de cómo quede compuesta puede arrojar luces a si habrá o no Gobierno.
Pero el control de este órgano no solo es una victoria simbólica, sino que tiene un peso político importante. El presidir la Cámara baja supone además el control de la agenda parlamentaria de la XV legislatura.
La Mesa ordena y decide los temas de cada pleno: todos los proyectos y proposiciones pasan por sus manos y es quien las admite o no. Además, puede prorrogar los periodos para las enmiendas a las iniciativas parlamentarias, lo que en la práctica puede ser una paralización del trámite.
Otro punto relevante ante el panorama actual es que la Mesa es quien acepta la creación de los grupos parlamentarios. De acuerdo al reglamento, se debe tener un mínimo de 15 diputados para conformar un grupo. También se puede conformar si el partido cuenta con 5 diputados, habiendo obtenido un mínimo de 15% de los votos de las circunscripciones en las que se presentó y un 5% de los votos a nivel nacional. Ni ERC ni Junts cuentan con estos requisitos, por lo que sería el primer ‘regalo’ de Sánchez para obtener su apoyo.
Si bien el reglamento no prohíbe el ‘prestar’ diputados, lo cierto es que cuando ha sucedido ha sido en casos en los que falta uno o dos curules. En el caso de que el PSOE pueda hacerse con la presidencia, en la práctica tendría tres grupos porque la más de la mitad de los grupos de ERC y Junts serían parlamentarios socialistas .
La Mesa también tiene en su poder elegir la fecha de investidura o, en caso de producirse, la de una posible moción de censura.
La mesa y sus funciones
La Mesa del Congreso es el máximo órgano colegiado del Parlamento. Quien ocupa su presidencia es la tercera autoridad del Estado tras el rey y el presidente del Gobierno. Además, hay cuatro vicepresidencias y cuatro secretarías “que son elegidos por la Cámara al comienzo de la legislatura, utilizando un sistema que favorece su distribución entre distintos grupos parlamentarios”.
En cuanto a las funciones, se pueden dividir en dos: el gobierno interior y la organización del trabajo parlamentario.
En el primer punto, se refiere especialmente a determinar, controlar y ejecutar los presupuestos del Congreso. De acuerdo a su reglamento, incluye el adoptar cuantas decisiones requieran la organización del trabajo de la Cámara, así como el orden de los gastos y las competencias en materia de personal.
En el otro bloque, hace referencia a realizar el programa con las líneas generales de actuación de la Cámara, fijar el calendario de actividades del Pleno y de las Comisiones, coordinar los trabajos de sus distintos órganos, calificar los escritos y documentos parlamentarios y decidir sobre su admisión
y tramitación.