El baño no tuvo precio.
Isabel Díaz Ayuso cogió por banda a la líder de Más Madrid, Mónica García, y la dejó para el arrastre.
La política populista, en su línea habitual, se dedicó a criticar con un lenguaje bastante exacerbado la gestión de la jefa del Ejecutivo madrileño.
Lo más ‘bonito’ que dijo de la dirigente de la Puerta del Sol fue que su gabinete estaba «muy verde».
Usted fue de las primeras perdedoras de las elecciones generales del 23-J, por haber sido de las primeras en cacarear el ‘Que te vote Txapote‘, de las primeras piedras del negacionismo climático o machista. Es de las principales responsables de que el PP esté aislado y que no se pueda entender con nadie. Su partido se ha dado de bruces el 23-J al no poder conseguir una mayoría en el Congreso de los Diputados.
Usted usará la Asamblea para numeritos, ruido y crispación en busca de entorpecer el entendimiento mientras se mantiene a los madrileños como rehenes de su fanatismo. No nos va a faltar ni un gramo de valentía para criticar los actos cobardes y dañinos de su Gobierno.
Ayuso no se guardó nada y comenzó con sacarle a colación a Yolanda Díaz (Sumar) y sus devaneos en el Parlamento Europeo con Carles Puigdemont:
Mi Gobierno estará verde, pero les hemos puesto la cara colorada en las urnas, muy probablemente porque ustedes, entre muchos otros motivos, están ahora representados por una señora, la de la plancha, que va a visitar a un prófugo de la Justicia. Relájese, que le quedan cuatro años muy duros, relájese.
La presidenta siguió con el repaso a la de Más Madrid:
No han dejado ustedes de insultar, de faltar al respeto en su primera intervención. Oye, en la primera de la legislatura se entiende que hay una mínima cortesía a un Gobierno tan verde que les saca un millón de votos al suyo y que está aquí trabajando al servicio de los madrileños con el mayor respetos, como así lo vimos el otro día y usted no perdió ni un minuto para salir a insultar, a faltar y a demostrar otra vez que, como con tanta inteligencia, no se les vota. Es una cuestión que entiendo que frustra.
Pero no se quedó ahí. El meneo de Ayuso a Mónica García aún iba a durar más segundos de lo que la de Más Madrid podía imaginar:
Usted no ha dejado de mentir, de utilizar a las mujeres, qué días de insultos contra mí por el feminismo. No dice nada cuando sale hoy en los medios de comunicación como maltratador que, gracias a la ley trans, se ha cambiado de sexo y ha dejado hundida a su víctima. No dice nada cuando la víctima de ‘La Manada’ les pide amparo. Pero me gusta mucho más cuando sus señorías las feministas salen a defender las conversaciones de ‘Tito’ Berni, también del PSOE: ‘No quiero que duerman en el suelo esta noche esas mujeres o ‘La rusa que me mandaste esta noche, aparte de vieja, no vale un carajo’.