Patético.
La ministra de Hacienda y vicepresidenta de Gobierno, María Jesús Montero, ha comparecido al Senado a petición del Partido Popular para responder sobre el concierto económico acordado con los independentistas catalanes para que Salvador Illa fuese investido como presidente de la comunidad.
La escudera del presidente de Gobierno defendió el acuerdo al asegurar que aunque este permite que la comunidad sea dueña de todo lo que recaude y entregue al sistema nacional lo que considere oportuno es solidario con el resto del país “porque avanza en el federalismo”. Además, aseguró que seguirían impulsando esas políticas económicas que “permiten el encuentro entre españoles”.
Por supuesto, además de defender lo indefendible, atacó a los populares, acusándolos de ejercer “populismo fiscal y deslealtad institucional”.
Luego de la retahíla de la ministra, vino el turno de palabra del senador popular Gerardo Camps, que aprovechó su tiempo para desmontar el argumentario oficial y retratar la falta de transparencia en el acuerdo, así como las incongruencias que genera este pacto que beneficia a un territorio sobre otros. Por ello, lo definió como “una financiación a la carta independentista”.
En este sentido, se pregunto porqué no se explica de forma clara y precisa el alcance del acuerdo y las implicaciones que tendrá sobre el sistema de financiación autonómico.
“Si lo acordado no es un concierto económico, aunque suena terriblemente parecido; no es una reforma de la financiación autonómica, aunque parece que lo altera profundamente, ¿entonces qué es?, ¿una nueva categoría fiscal nunca antes vista?, ¿un experimento en el que las comunidades autónomas pueden estar a la vez financiadas y desfavorecidas dependiendo de quién mire?, ¿es algo que solo unos iluminados con un acceso privilegiado a los secretos más profundos de La Moncloa son capaces de comprender?, ¿no son singulares las necesidades de todas y cada una de las comunidades autónomas?. Esa ambigüedad es problema de transparencia y de coherencia”.
Le recordó a la vicepresidenta que pedir explicaciones no es insultar y que ejercer el control democrático en el Senado es un derecho democrático. Por ello, considera que con los insultos y descalificaciones por parte del Gobierno y del PSOE se confirma que la democracia y el socialismo están cada vez más lejos.
Le echó en cara que en el texto difundido no se habla de autogobierno sino de soberanía y reconocimiento nacional, “¿Quién está leyendo mal el acuerdo e intentando tergiversar lo que pone para acercar la sardina a su ascua parlamentaria?”.
También tiró de la hemeroteca para retratar la incongruencia e hipocresía del actual Ejecutivo, indicando que, al mejor estilo del presidente, hay ministros que un día dicen una cosa y al otro dicen la contraria. Al saberse aludida, la titular de Hacienda hizo una mueca.
“Tenemos ministros que por la mañana nos dicen una cosa y, al caer la tarde, dicen otra. No ponga esa cara señora vicepresidenta, le leo sus declaraciones de hace un mes. ‘Nunca se ha planteado que el PSOE o el gobierno comparta la cesión del cien por cien de los tributos ni a esta ni a ninguna otra comunidad autónoma’, María Jesús Montero dixit. Pero no se preocupen, al mes: ‘Por supuesto que el PSOE avala la totalidad del acuerdo suscrito por el PSC y ERC, nos sentimos cómodos con el acuerdo y lo vamos a impulsar de forma progresiva, reflexiva y razonada”.
Por último, les lanzó un órdago a los barones y miembros del PSOE que en principio, deberían estar en contra no solo de este acuerdo sino de prácticamente todas las medidas que ha avanzado Pedro Sánchez.
“¿Dónde están los socialistas defensores de principios de igualdad?¿los que hacían de la redistribución de la riqueza el principal motivo de la actividad política?¿han pasado a la historia? Lo sabremos el sábado”.
